Comandante Carlos, maestro del pensamiento y la acción revolucionaria

El 8 de noviembre de 1976, hace 46 años, el comandante Carlos Fonseca Amador, cayó en combate en las selvas de Zinica, zona lluviosa del departamento de Matagalpa, el mismo que lo vio nacer el 23 de junio de 1936.  

Desde su juventud, dedicó su vida a la lucha por la liberación nacional y fue forjando la ideología del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) armonizando los estudios de las revoluciones sociales de todos los continentes y el pensamiento vivo del General Augusto C. Sandino.    El Reencuentro con Sandino, como le llamó el historiador Aldo Díaz Lacayo, que le dio pleno sentido al movimiento nacional revolucionario, al proponer un ideario enraizado en la historia y realidad nicaragüense, bajo la bandera roja y negra de Sandino.

Destacado estudiante

Se gradúo en 1955, en el Instituto Nacional del Norte (hoy Instituto Nacional Eliseo Picado), habiendo obtenido la Estrella de Oro como el mejor estudiante durante cinco años, además el primer premio en francés, idioma que aprendió con la motivación de leer el Manifiesto Comunista, base del ensayo que presentó para su examen final, con el título de “Capital y trabajo”.

Encuentro con el profesor Guillermo Rothschuh Tablada

Una vez graduado se trasladó a Managua donde fue contratado por el insigne maestro y poeta chontaleño Guillermo Rothschuh Tablada, que le brindó trabajo como bibliotecario en el Instituto Nacional Central “Miguel Ramírez Goyena”, en la ciudad de Managua.   Se presentó ante el profesor Rothsuch como poeta, como el mismo contó: “Se me apareció una mañana en mi oficina y me dijo: Soy un poeta.  Le pregunté qué había escrito y me recitó los “16 versos del molendero”.

El poeta Rothsuch Tablada, cuyo nombre siempre es recordado junto a la del Carlos Fonseca, pasó a otro plano de vida anteayer, 6 de noviembre del 2022, en su casa de Palo Solo, en las faldas de Amerrique.  Nacido el 27 de mayo de 1926, el poeta chontaleño fue maestro en los tres niveles de educación, ensayista dariano, critica, humanista, orador, pedagogo, creador y promotor de importantes fundaciones e instituciones educativas y culturales en su amado Chontales y en toda Nicaragua.  Entre su vasta obra destacan sus “Poemas chontaleños”, un canto de amor a la cultura chontaleña.

Joven bibliotecario en el Instituto Ramírez Goyena

El tiempo como bibliotecario en el Goyena, le permitió acceder a literatura, al tiempo que lideró movilizaciones estudiantiles, como la marcha del 14 de septiembre de 1955, en la que estudiantes del Instituto Nacional de Juigalpa, del Instituto Nacional de Matagalpa, y del Ramírez Goyena, abriéndose paso entre malezas, llegaron a la Hacienda San Jacinto, en Tipitapa, donde dramatizaron la batalla del 14 de septiembre de 1856, en la que los patriotas nicaragüenses derrotaron a las hordas filibusteras yanquis.   Al frente de la marcha, iban el profesor Guillermo Rothschuh Tablada y el joven bibliotecario Carlos Fonseca Amador.

Un año después, el 14 de septiembre de 1856, se inauguró la estatua de Andrés Castro, el héroe que derribó de una certera pedrada al invasor extranjero, realizada por la escultora Edith Gron a solicitud de los estudiantes del Ramírez Goyena, que consiguieron los fondos para adquirir los materiales.   El viejo Somoza, fundador de la dinastía sangrienta, enterado de que se iba a develar la estatua pidió ser invitado, y el profesor Rothschuh se negó, poniendo en riesgo su trabajo y su vida.   Ese día, Somoza llegó provocador a la Hacienda, cerca de él rondaba el poeta Rigoberto López Pérez, que buscaba la ocasión para cumplir con la misión que se había impuesto en nombre de la patria. Acción heroica que cumplió unos días después, el 21 de septiembre de 1856, en la ciudad de León, cuando empezó “el principio del fin de la dictadura”.

Comandante Carlos presente en la victoria electoral

Celebramos la victoria electoral del 6 de noviembre, en la que el pueblo nicaragüense eligió libremente a sus autoridades municipales, renovando el compromiso de cumplir fielmente con los principios sandinistas, de estar siempre al lado de nuestros hermanos de la clase obrera, campesinos, indígenas, afrodescendientes; al lado de las mujeres, de la juventud, en la construcción hermosa de la patria en este modelo de vida solidaria, con reciprocidad y justicia.

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