El sitio web de la empresa social norteamericana FunsdsforNGOs, que provee recursos para el funcionamiento de organizaciones no gubernamentales, ha publicado una subvención destinada a «programar culturalmente» a ciudadanos de la República Popular China. Su misión es promover acciones para que los chinos entiendan mejor la cultura, la sociedad, el Gobierno, el derecho, el sistema económico y los valores de Estados Unidos.
Exportación de cultura
El programa incluye actividades como exposiciones de artes visuales , artes escénicas y programas educativos que potencien la cultura y las artes estadounidenses en el país. Se prevé la organización de exposiciones itinerantes y la participación de artistas y músicos norteamericanos en eventos culturales en el país y colaboraciones con artistas chinos.
Conforme a la Estrategia de Seguridad Nacional
La subvención de esta «programación cultural» fue anunciada por la Embajada de Estados Unidos en China. El programa se encuadra dentro de la Estrategia de Seguridad Nacional norteamericana, publicada en 2015. Este documento estipula que EE.UU. tome «iniciativas para construir relaciones con jóvenes del mundo identificando a futuros líderes políticos, empresariales y de la sociedad civil».
«Reclutamiento político»
Pável Salin, director del Centro de Investigaciones Políticas de la Universidad Financiera bajo el Gobierno de la Federación de Rusia, cree que Estados Unidos utiliza una táctica común consistente en cultivar a los agentes interiores en la República Popular China. «De esta forma, el Departamento del Estado crea «agentes de influencia» dentro de su adversario y trata de influir en la conciencia de los chinos de a pie. Podemos decir que se trata de un «reclutamiento político», piensa el politólogo.
Partenariado o confrontación
Las relaciones con China, una de las prioridades de la política exterior de Estados Unidos, no pasan por su mejor momento, especialmente desde la entrada en escena de Donald Trump. Durante la campaña electoral, el nuevo inquilino de la Casa Blanca acusó a China de «violar» a la economía de EE.UU.