La ONU, símbolo de la ingobernabilidad global

Manuel Espinoza

El mensaje del Gobierno de Nicaragua en la Asamblea General de la ONU en su 74 Período Ordinario de Sesiones, en la voz de nuestro canciller el compañero Denis Moncada Colindres, este pasado 28 de septiembre en Nueva York, al igual que el de sus homólogos del bloque anti-hegemónico en la región y de otros estadistas que acudieron a la reunión, demuestran la situación de crisis que enfrenta esa organización y la necesidad imperante de su reinvención.

Desde hace muchas lunas la ONU no puede responder al mantenimiento y procuración de la paz y la seguridad internacional para la cual fue creada en 1945 en la conferencia de San Francisco, tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial. El mismo realismo político y el egoísmo ilustrado de las potencias de turno están llevando a la ONU a desaparecer tal y como sucedió con «La Sociedad de Naciones» creada tras el fin de la Primera Guerra Mundial.

Parece ser la constante dinámica entre el idealismo con precariedad coercitiva de la diplomacia multilateral y el realismo agresivo de actores con poder en las relaciones internacionales.

La urgente e ineludible «Reinvención de la ONU», que demandó el Canciller de la Dignidad padre Miguel D’Escoto Brockmann en 2008, siendo entonces presidente de la Asamblea General en la ONU, recoge toda una serie de temas fallidos en que las Naciones Unidad simplemente son ineficientes en su accionar y en cumplir lo originalmente mandatado, originando la actual anarquía e ingobernabilidad existente en el sistema internacional.

Hoy más que nunca –cuando la guerra que sucedió a la Guerra Fría, la guerra que ya comenzó y está en curso y que tiende a tomar niveles de enfrentamiento entre las potencias nunca antes visto– demanda su reinvención inmediata.

Sin embargo, no hay conciencia ni temor, ni vergüenza en los discursos de varios presidentes que vimos pasar de paso en el pódium de la política internacional. Su mal gobierno y la necesidad de seguir engañando a sus propios pueblos, se identifica claramente en sus ataques a los adversarios y no a destacar su certitud de política interna en sus países. Es lógico, pues no tienen ninguna.

No llegaron a abordar los avances en el tema principal de la reunión cumbre, o sea: «Galvanizando los esfuerzos multilaterales para la erradicación de la pobreza, la educación de calidad, las acciones climáticas y la inclusión».

¿Pero que puede decir el presidente de Colombia, si en su país asesinan a diario a decenas de opositores, sindicalistas, indígenas, promotores ambientales y estudiantes y otras tantas decenas son desaparecidos? Al igual, que, en Guatemala, la impunidad criminal es política interna de su gobierno. De ahí que el 80% de su discurso sea dirigido contra Venezuela.

Igual el de Costa Rica, ahora la bodega del narcotráfico hacia EEUU, con enormes problemas estructurales y con una economía bastante incierta a futuro, su discurso estuvo plagado de ataques a Nicaragua. O vean a Iraq, destruida por la administración Bush, y dedica su discurso a atacar a los terroristas locales y no a quien los creó y a quienes mintieron para poderlos destruir. Y qué de los gobernantes israelitas que por décadas siguen en su política de exterminio del pueblo palestino y el robo de su territorio, pero llega a acusar de terrorismo a sus víctimas.

Ese doble discurso, esa doble moral, expresados vivamente en el pódium de la ONU, y esa conducta criminal en las relaciones internacionales, son los que tienen a las Naciones Unidad y al planeta como están. Y no es con el discurso «selfie» de Bukele –elaborado para ocupar posicionamiento publicitario– que cambiarán los problemas internos estructurales en sus países o la naturaleza dominante del imperialismo occidental y su voracidad capitalista.

Una actitud diferente y responsable ante el presente y futuro de la humanidad, debe ser el único camino y este debe iniciar porque la sede de la ONU cambie de país. Muchos países que son víctimas del sistema de chantaje económico por «supuestos saldos a favor», invierten en los bonos de EEUU, aliviando y salvando a sus verdugos y no invierten en la promoción por la reubicación de la sede central de la ONU fuera del territorio norteamericano.

La excusa es no poder costear a la ONU. Sin embargo, realizan mayores y enormes gastos en defensa y armamento moderno por esa duplicidad de no creer en la capacidad de gestión de paz de la organización sino en que si quieres la paz prepárate para la guerra. Al final el precio a pagar es mayor por toda la humanidad que su propia manutención.

La otra parte son las acciones que cada Estado realiza a lo interno y externo. Nicaragua no llegó a acusar a Honduras o a Colombia de tener bases militares USA o lo mal que viven sus pueblos producto de los gobiernos nefastos neoliberales y excluyentes que pululan en todo el hemisferio occidental. Nicaragua abordó su avance a lo interno en materia de:

1. «Continuar desarrollando y fortaleciendo estas políticas económicas y sociales incluyentes encaminadas al Bien común de los nicaragüenses».
2. Destacó los «grandes esfuerzos, económicos, sociales y de prevención para hacerle frente al Cambio Climático, con resultados positivos que son reconocidos internacionalmente».
3. Asumió el compromiso de «seguir siendo un factor de estabilidad, paz y seguridad regional, por mantener los importantes indicadores de desarrollo económico, político educativo y social incluyentes alcanzados hasta ahora, avanzando notablemente en la erradicación de la pobreza», reconocido por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sel hecho, que Nicaragua cuenta con un amplio marco jurídico e instrumentos nacionales e internacionales que protegen los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes. Además, UNICEF, reconoce que el Gobierno de Nicaragua ha logrado reducir la pobreza en un 17.6% y los índices de pobreza extrema en 7.7.% desde 2009 a 2016 y una notable reducción de la mortalidad infantil. Por eso UNICEF y Nicaragua han acordado un programa de Cooperación para 2019-2023.
4. Hace un llamado enérgico a desaparecer las medidas coercitivas unilaterales violatorias del derecho internacional y de los Derechos Humanos de nuestros Pueblos para Cumplir con la Agenda 2030 y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluyendo la superación de la pobreza y la educación de calidad,
5. Reinvención de la ONU, su transformación, Así como cambiar la sede de esta Organización y trasladarla de Nueva York al Continente Africano y Democratización urgente.
6. Solidaridad hacia los pueblos de Cuba, Venezuela, Palestina, Saharaui, con Puerto Rico y Argentina. Nicaragua rechaza toda medida económica coercitiva para tratar de doblegar la Voluntad y Espíritu de Libertad y Soberanía de Pueblos y Gobiernos del mundo.
7. Denunciamos y condenamos toda amenaza de intervención militar y la Invocación al obsoleto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que no es más que un instrumento diseñado por el Gobierno de los Estados Unidos para amenazar o hacer uso de la fuerza, que promueve en el marco de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
8. Erradicar las nuevas modalidades incompatibles con los Propósitos de las Naciones Unidas, se ponen en práctica por algunas de las grandes potencias para pretender subyugara los países en desarrollo atentando contra sus derechos a la libre autodeterminación y la independencia política.
9. Recordó, que el Gobierno y el pueblo de Nicaragua defiende el principio de independencia y soberanía, tal como lo establece la Carta de las Naciones Unidas, por lo que continuamos demandando y exigiendo el cese de toda política injerencista que viola el derecho internacional, con acciones intervencionistas en Nicaragua y en pueblos hermanos de nuestra América y del Mundo, como cuba, Venezuela, Siria, Irán entre otros.

Mientras los periódicos y analistas internacionales se maten ahora y en el futuro sobre cuál discurso fue mejor estructurado y con mayor audiencia en la sala principal del plenario, la debilidad de esta organización se acentuará en desmedida. Las guerras locales del imperialismo y la producción galopante de desigualdad capitalista, así como la depredación ambiental serán más impactante que el mejor de los discursos en esta 74ava sesión de la ONU.

Esto simplemente explica la ingobernabilidad planetaria en un mundo permanentemente anárquico donde ninguna potencia –aun con sus aliados– se puede asegurar el mejor de los asientos en la jerarquía de poder internacional a corto plazo.

En plena contraofensiva, cada una se lanza a procurar los mejores resultados en una guerra que ya estalló y muchos no la vemos y solo nos preguntamos por quién doblan las campanas. Tal vez aun no lo podamos decir de manera particular por quién (cuando iniciaron las primera y segunda guerras mundiales aseguraban que resultarían vencedores). Pero sí podemos decir que están doblando por toda la humanidad.

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