300 mil dólares que nadie sabe de dónde salieron

A pesar de la decisión de quienes mandan en la Coalición Unidad por la Democracia, en este caso la cúpula del PLI, de elegir al candidato a la Presidencia para las elecciones del 2016 mediante el “consenso” (dedazo), aliados de esa agrupación se resisten y dicen contar con todo lo necesario para realizar unas primarias el 28 de febrero del próximo año.

 

De acuerdo a lo expresado por representantes de estas organizaciones que no quieren el dedazo, el organismo Hagamos Democracia ofreció la suma de 300 mil dólares para financiar 500 Junta Receptora de Votos distribuidas en diversos municipios del país, en las que esperan atender, presuntamente, a unas 200 mil personas, incluyendo a gente del PLI que desee participar.

Según las intenciones de los contrarios al “consenso”, el proceso de estas elecciones primarias iniciaría el 11 de enero del 2016 y concluiría el 28 de febrero con las votaciones, pero las esperanzas de estos sectores están cifradas en los supuestos 300 mil dólares que dice Hagamos Democracia aportará para la realización de estos comicios.

¿De dónde salió el dinero?

La pregunta, que incluso el propio Montealegre y su séquito se hacen hasta de forma inquisitiva, es si realmente Hagamos Democracia cuenta con esa cantidad de dinero y si es así, de dónde obtuvieron esa plata, tal vez podría ser una pequeña parte de los 40 millones de dólares que en los último cinco años ha distribuido la Embajada USA entre sus serviciales facilitadores,  para “consolidar” la oposición en Nicaragua.  

Por su parte, Eduardo Montealegre, quien lidera la cúpula del PLI, desestimó las declaraciones de los inconformes dentro de la coalición por la forma en que decidieron escoger el candidato presidencial, y señaló que la verdadera “lucha” estaba en continuar con los actos perturbadores del orden público y que para ello ya habían planificado nuevas argucias.

La idea de continuar subvirtiendo las actividades diarias de los nicaragüenses, Montealegre y sus allegados, en una imprudencia política, la piensan llevar al plano laboral, al anunciar que sus “plantones” ya no solo obstruirán las calles de la capital, sino que de forma aventurera quieren trasladarla a las sedes de las  instituciones públicas, lo que constituye un acto de provocación.

Montealegre busca “intimidar”

La justificación de esta trasnochada y temeraria decisión, según Montealegre asumida por el Comité Ejecutivo del PLI, es la desgastada idea de que se haga “conciencia” de exigir “elecciones libres y transparentes” por parte de la clase trabajadora, sector que seguramente prefiere estar en sus labores cotidianas que perdiendo el tiempo en escaramuzas estériles.

En lo que considera una medida intimidatoria, Montealegre declaró también que seguirán con sus alborotos frente a la sede del Consejo Supremo Electoral (CSE), además que irán a “quejarse” y pedir la oficiosidad de la comunidad internacional, así como de organismos de derechos humanos, para ver si les hacen caso en sus antojadizas ambiciones.

Incluso, el diputado del PLI volvió a sacar el tema de solicitar la intervención en asuntos internos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), además expresó que para apoyar  sus vacías intenciones, se haría acompañar de su bancada en el parlamento, cuyos miembros alegremente estarían dispuestos a abandonar el trabajo por el cual la población les paga.

Por otro lado, en las filas de la otra coalición, encabezada por el PLC, Arnoldo Alemán impuso su “liderazgo” y sometió a sus aliados para evitar cualquier intento de disidencia en la escogencia del candidato presidencial – también de dedazo- , y este sábado 10 de octubre estará eligiendo a su postulante oficial para las elecciones de noviembre del 2016.

 

 

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