El canciller de Exteriores denuncia que la Administración que preside Donald Trump trata de acabar con la independencia del país.
Venezuela ha utilizado este jueves el plenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas para denunciar las amenazas de intervención militar de Estados Unidos. También acusó a la Administración que preside Donald Trump de ejercer “terrorismo psicológico”, por incluir a su país en la lista sujeta a restricciones de viajes. “Estas listas son incompatibles con el derecho internacional”, afirmó el canciller Jorge Arreaza.
El ministro de Exteriores denunció que la independencia de su país está siendo puesta en peligro por parte de la “potencia opresora”. “Esta casa, la del multilateralismo y del respecto a la igualdad de los estados, ha sido profanada, irrespetada y ofendida una y otra vez por poderes arrogantes, que pretenden imponer sus reglas de juego unilaterales, las reglas de la guerra, del sufrimiento y del dolor”, dijo.
Y parafraseando la intervención del expresidente Hugo Chávez ante el mismo estrado hace once años, cuando George W. Bush lideraba la guerra en Irak, el jefe de la diplomacia venezolana insiste en que “aquí sigue oliendo a azufre”. “Donald Trump utilizó esta misma tribuna para anunciar guerras, la destrucción total de estados miembros y la aplicación de medidas coercitivas ilegales”, denunció.
Jorge Arreaza recordó que ya el presidente demócrata Barack Obama calificó a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional de EE UU. “Tenemos la obligación de denunciar ante el mundo que nuestro pueblo ha sido amenazado directamente con el uso de la fuerza militar más poderosa que haya existido en la historia de la humanidad”, afirmó, al tiempo que citó las sanciones económicas impuestas.
El canciller habló de la disposición de Caracas de entablar un diálogo con Washington, basado en el respeto mutuo. Pero también dejó claro que, ante estas amenazas, el Gobierno de Nicolás Maduro está dispuesto a defender su soberanía “en cualquier escenario y bajo cualquier modalidad”. También pidió a la ONU que cree mecanismos para “neutralizar” este tipo de pretensiones unilaterales.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, expresó por su parte el rechazo rotundo a “cualquier insinuación de intervención militar” en conflictos internos. América Latina, reiteró ante el plenario, es una región en paz y está “monolíticamente unida” contra una retórica que considera “no es racional ni prudente”. “Solo aporta violencia, pobreza e inestabilidad”, concluyó, sin citar directamente de la crisis venezolana.