En su amarga desmoralización, tras verse rechazados una y otra vez por la sociedad nicaragüenses, los traidores a nuestro país, aglutinados en grupitos de políticos, ONG opositoras y medios de prensa aliados, dejaron aflorar su falta de vergüenza al solicitar de forma descarada a sus compinches venezolanos que llegaran a abogar por ellos a la Casa Blanca, de donde los falaces emisarios salieron con el “rabo entre las piernas”.
Resulta que a petición de su impopular y muy desgastada contraparte local, un grupito de opositores venezolanos se reunió con funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump la semana pasada, para exhortar a la Casa Blanca a sancionar a nuestro país y a una empresa Nica-Venezolana (ALBANISA), alegando que ayuda al gobierno de Caracas, según varias fuentes cercanas a estas conversaciones.
Los opositores venezolanos se reunieron el jueves en el Capitolio con funcionarios del Departamento de Estado y personal de las comisiones de Relaciones Exteriores de la Cámara y el Senado, a quienes con un documento de embustes urdidos por la derecha en Nicaragua, trataron de que se investigara los lazos del presidente Nicolás Maduro y la compañía Albanisa, una empresa conjunta con PDVESA.
Sin embargo, para desilusión de los conspiradores locales, aunque el Departamento de Estado de EEUU confirmó la reunión con los opositores venezolanos, los funcionarios del gobierno estadounidense declinaron discutir la posibilidad de extender las sanciones a entidades fuera de Venezuela, aduciendo que no había nada que hacer, negativa que únicamente viene a reforzar la insolvencia moral de estos grupos traidores.
De nada les sirvió a estos renegados mandar a sus “tontos útiles” venezolanos con los discursos tóxicos de la “loba” Ileana Ross-Lethinen, promotora de la cada vez más inútil Ley Nica Act, ni el desgastado argumento del “apoyo incondicional de Daniel Ortega al gobierno de Nicolás Maduro”, tampoco toda la parafernalia que han urdido en torno a Albanisa y la PDVESA, en fin, otro acto circense que se les cae.
Quien llevó la “voz cantante” en esta charada fue Carlos Vecchio, coordinador nacional del partido opositor venezolano Voluntad Popular, quien al igual que Leopoldo López es acusado de incendio intencional, instigación pública, daños a la propiedad pública y privada y asociación para delinquir, por lo que desde el 17 de febrero del 2014 existe una orden de arresto en su contra girada por un tribunal de justicia de Caracas.