La impotencia y desesperanza de la actual administración EEUU ante los significativos avances económicos y sociales, reconocidos por organismos financieros internacionales, los ha llevado a realizar maniobras agresivas e injerencistas como la Ley Magnitsky, la Nica Act, las campañas de desprestigio, así como el financiamiento de grupitos de traidores locales para que conspiren contra su propio país.
Ahora, en sus vanos intentos de desestabilizar al Gobierno de Nicaragua, se dan a la tarea de crear “listas negras” de todo tipo, como la que actualmente están empleando contra nuestra nación el Departamento de Estado de EU, que hizo público un listado en el que presenta al país como un lugar en el cual los viajeros deben tomar “todas clase de precauciones por razones de seguridad”, evidenciando con ello su nivel de desesperación.
Por supuesto, las siempre dispuestas marionetas internas de estas políticas indecorosas e intervencionistas, incitadas por su ambición de poder y dinero, se prestan solícitamente a estas bajezas, dedicándose a repetir todo lo que sus empleadores del Norte les ordenan, tal es el caso de LA PRENSA, a la que no le importa dañar la imagen del país publicando esas calumnias con tal de quedar bien con sus “benefactores”.
De acuerdo a los anuncios tendenciosos realizados por el Departamento de Estado, compartirá “indagaciones” que han hecho con sus ciudadanos que viajan a otros países en el mundo, y que para ello realizó “algunos cambios”, dentro de los cuales está el de establecer niveles para ubicar a los países, según el riesgo de seguridad considerado “de acuerdo a la información que posee”.
El caso de Nicaragua, donde se sabe de quiénes recibieron esa “información”, está ubicado en lo que llaman Nivel 2, que representa mayor precaución, por lo que llama a que se “tenga en cuenta mayores riesgos para la seguridad. El Departamento de Estado proporcionará asesoramiento adicional para viajeros en estas áreas en el Asesor de viajes”. Cabe señalar que Nicaragua es catalogado por organismos internacionales como el más seguro de Centroamérica e incluso en América Latina.
Sin embargo, en una práctica de terrorismo turístico, el Departamento de Estado y sus secuaces locales hacen ver a Nicaragua como un país sumido en la delincuencia, al decir de manera irresponsable que “el crimen violento, la agresión sexual y el robo a mano armada es muy común, además que la presencia policial y la respuesta de emergencia son extremadamente limitadas fuera de las principales áreas urbanas”.
Además, en su manipulado y viciado informe, el Departamento de Estado expresa que “el personal del gobierno de los EE. UU. tiene prohibido el uso de autobuses públicos y de las mototaxis, así como de ingresar al Mercado Oriental en Managua y clubes de caballeros en todo el país debido a la delincuencia”.
Por si fuera poco, el Gobierno de los EEUU exigió a las agencias y servicios de viaje que todo el personal de su actual administración debe presentar una autorización especial para viajar a la Regiones Autónoma del Caribe nicaragüense, tanto en el Norte como el Sur, “debido a problemas de seguridad en el transporte y el delito”, con lo que de forma clara se establece el boicot al turismo en esa región nacional.
Esta claro que las políticas del Gobierno de EU, apoyadas por las torpes maniobras de sus títeres a lo interno del país, no conocen de límites ni respeto, al negarle a los propios ciudadanos norteamericanos el libre derecho de movilización y viajar a cualquier lugar que ellos escojan, y no se diga de la sucia campaña en contra de Nicaragua, que al final, a pesar de las rabietas de sus detractores, sigue recibiendo miles de turistas por cielo, mar y tierra.