* Pese a la persecución judicial, Lula se mantiene como favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre próximo.
El juez del caso Lava Jato, Sérgio Moro, condenó en febrero pasado al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a 12 años y un mes de prisión por el supuesto delito de corrupción pasiva.
Representantes del Partido de los Trabajadores, así como la presidenta Dilma Rousseff aseguran que Lula es víctima de una persecución judicial para impedir su candidatura a la Presidencia de ese país.
«Hay una intención de evitar por la vía jurídica la candidatura de Lula. Pero, por otra parte, vemos una gran presión de los movimientos sociales que cada día fortalece la opción de Lula como candidato presidencial”, explicó Víctor Hugo Juárez, analista internacional.
Pese a este panorama, en los últimos meses el líder del PT sigue sumando apoyo del pueblo brasileño y su nivel de popularidad se ha mantenido. Varias encuestas lo ubican como el favorito para las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre próximo.
¿Por qué el liderazgo de Lulas se mantiene?
– Unos 30 millones de brasileños salieron de la pobreza durante la presidencia de Lula (2003-2010). Las políticas impulsadas por el exmandatario lograron estabilizar la economía de su país.
-Los programas sociales «Bolsa Familia», «Mi Casa, Mi Vida» y el plan «Más Médicos» fueron elogiados a escala mundial.
El líder del PT también se enfocó en mejorar el sistema educativo de Brasil y por eso creó numerosas becas con el fin de que todos los estudiantes pobres pudieran tener acceso a la educación superior
– La tasa de desempleo se redujo de 10,5 por ciento en 2002 a 5,7 por ciento en 2010.
Brasil fue uno de los últimos países que entró en recesión en 2008, también fue uno de los primeros en salir de esta coyuntura un año después.
El respaldo a Lula no solo se evidencia en el pueblo o en los movimientos sociales, quienes lo han acompañado durante las caravanas y en multitudinarias movilizaciones, sino también desde el ámbito internacional, sobre todo en América Latina donde mandatarios, políticos, organizaciones, académicos, entre otros, han manifestado su apoyo al expresidente.