El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, instó a la comunidad internacional a respetar la soberanía de su país y la voluntad que expresará el pueblo en las elecciones del 20 de mayo próximo, cuando se elegirán Presidente de la República, consejos legislativos estadales y concejos municipales.
«El único que tiene que reconocer los resultados electorales es el pueblo de Venezuela y el Consejo Nacional Electoral», puntualizó el ministro para Relaciones Exteriores este miércoles, durante una rueda de prensa en Bruselas, Bélgica, tras una reunión con la alta representante para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, reseña la Cancillería a través de Twitter.
Arreaza ratificó el carácter popular del Gobierno Bolivariano, que le ha «entregado el poder al pueblo venezolano para que se organice a través de las comunas. El poder popular es el corazón de la Revolución Bolivariana. Si no hay pueblo, no hay revolución, Las cosas se hacen junto al pueblo o no se hacen».
Mencionó que más bien en factores de la oposición es recurrente el desconocimiento de la voluntad electoral de la mayoría del pueblo cuando los resultados no le son favorables, así como promueven la violencia.
Destacó las plenas garantías y la efectividad, con reconocimiento internacional, que ofrece el sistema electoral venezolano y el respeto a la participación política de todos los sectores que imperan en Venezuela, por lo cual lamentó que la UE insista en no enviar una misión de acompañamiento electoral para los venideros comicios, a pesar de haber sido invitada por el propio Consejo Nacional Electoral.
«Creo que es mucho lo que puede aprender el acompañante sobre el sistema electoral venezolano con tantas garantías», acotó.
En el encuentro mediático, Arreaza denunció la guerra mediática y psicológica sistemática contra Venezuela «de dimensiones que son dignas de estudio sociológico, psicológico, mediático y comunicacional», dijo.
Consideró que esas matrices atizan los efectos de las medidas coercitivas y unilaterales impuestas por el imperialismo estadounidense, con las que «pretende doblegar la voluntad del pueblo venezolano».
«Venezuela es un país independiente, y no hay sanciones ni medidas coercitivas de nadie que puedan torcer la democracia en Venezuela. No tenemos que convencer a nadie para que levante medidas que son ilegales en el Derecho Internacional Público. No hay ninguna legislación en Naciones Unidas, en la normativa a través de la cual las naciones civilizadas nos conducimos, que puedan respaldar medidas coercitivas unilaterales», recalcó Arreaza.