La elección programada para octubre próximo dejó de ser una certeza en el calendario institucional de Brasil, ante la imposibilidad que hoy tienen los golpistas de continuar sus proyectos en el terreno de la democracia.
El corolario, según el integrante del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea) Jefferson Miola, surge del análisis de los resultados de la primera encuesta de intención de voto publicada después que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva comenzara a cumplir condena de 12 años y un mes de cárcel en Curitiba.
El sondeo, realizado por el Instituto Datafolha entre el 11 y el 13 de abril sobre una muestra de cuatro mil 194 ciudadanos de 227 municipios, reveló que, aún preso, el fundador y líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT) domina con holgura, en primera y segunda vuelta, los tres escenarios en que fue contemplada su candidatura.
‘La encuesta deja patente la ilegitimidad de una elección sin Lula, así como también la ilegitimidad del eventual gobierno resultante de una elección fraudulenta’, señaló Miola y acotó que tales resultados indican ‘el rechazo incontestable de todas las candidaturas de la derecha – de la liberal a la fascista’.
A juicio del analista, ante esa realidad es de prever un horizonte de profundización del golpe y de represión política contra el PT y la izquierda, para imposibilitar la aparición de cualquier escenario que pueda escapar al control de los golpistas.
Para ellos -acotó- no basta impedir la elección de Lula, que daría inicio a la restauración de la democracia y a la reconstrucción económica y social do Brasil; quieren evitar la victoria de cualquier candidato que Lula eventualmente decida indicar para enfrentar el fascismo, subrayó.
En ese sentido, el líder de la bancada petista en el Senado Federal, Lindbergh Farias, aseguró que los resultados del sondeo de Datafolha ‘le quitan el sueño a la derecha’.
Lula no sólo lidera en todos los escenarios aun siendo preso político; sino que prenderlo no garantiza la victoria del ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), incluso blindado por la justicia, observó.
Farias destacó el hecho casi la mitad de los electores se declara dispuesto a votar por alguien apoyado por Lula: 30 por ciento dice que lo haría con seguridad y un 16 por ciento tal vez. Mientras, Alckmin continúa con apenas seis por ciento de las intenciones de voto.
En otra lectura de los resultados del muestreo, dados a conocer la víspera, el cientista político y catedrático universitario Luís Felipe Miguel significó que sin Lula e la justa electoral el grupo de los ‘sin candidato’ – personas inclinadas a no votar por ningún otro contendiente – lidera con amplia ventaja.
Con el presidenciable que encabeza las preferencias del electorado excluido de forma arbitraria, la legitimidad del proceso queda comprometida y su capacidad de generar un gobierno con alguna legitimidad es anulada, advirtió.
Según Miguel, solamente un proyecto de poder volcado a imponer un orden de dominación descarnado, sin espacio para cualquier pacto con los dominados, juzgaría razonable patrocinar un proceso electoral de esta forma.