Se acabó el periodo de relativa calma.
Corea del Norte lanzó este fin de semana una nueva advertencia contra Estados Unidos de cara a la cumbre que se espera que celebren Kim y Trump el próximo mes.
Un portavoz de la Cancillería norcoreana consideró que Washington está «provocando» a Pyongyang al sugerir que las sanciones contra el país no serán retiradas hasta que abandone sus armas nucleares.
Las declaraciones se producen tras semanas de relativa calma en este frente y mientras ambos países ultiman los preparativos para la histórica cumbre entre sus líderes.
El portavoz norcoreano, citado por la agencia oficial de ese país KCNA, consideró que Estados Unidos «está manipulando la opinión del público» al decir que la voluntad de desnuclearizarse expresada por Pyongyang «es el resultado de la presión y las sanciones«.
Trump aseguró que mantendrá las sanciones y la presión sobre Pyongyang y sugirió que esas medidas fueron la causa del cambio de actitud de Corea del Norte.
El portavoz norcoreano subrayó que Washington «no debería malinterpretar como debilidad» la voluntad pacifista expresada por Pyongyang, y advierte que «no sería propicio» continuar con su «presión y amenazas militares».
«Estados Unidos está provocando de manera deliberada (a Corea del Norte), en un momento en el que la situación en la península coreana se encamina hacia la paz y la reconciliación, gracias a la histórica cumbre entre el Norte y el Sur y la Declaración de Panmunjom», señala el comunicado recogido por la KCNA.
El representante de la Cancillería hacía así referencia al acuerdo alcanzado entre Corea del Norte y del Sur en la reunión que celebraron sus líderes el 27 de abril en la localidad fronteriza de Panmunjon.
Se trató de la primera vez que un líder norcoreano pisaba el Sur desde la guerra que enfrentó a ambos territorios, y marcó un hito en las relaciones.
Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se comprometieron a alcanzar un acuerdo para poner fin formal a la guerra de Corea, que acabó en 1953 con un armisticio, y trabajar por la «completa desnuclearización».
UNA REUNIÓN DIFÍCIL
Este último comunicado de la parte norcoreana es un recordatorio de que el encuentro entre Kim y Trump no será nada fácil, considera el editor para Asia de la BBC Michael Bristow.
De momento, no se ha anunciado la fecha ni el lugar donde se producirá el encuentro, pero Trump aseguró que ya está decidido.
«Ya tenemos una fecha y un lugar», manifestó el presidente esta semana.
Trump también se refirió a los estadounidenses presos en Corea del Norte y dejó entrever que se producirán novedades respecto a su situación.
«Estamos manteniendo importantes conversaciones con Corea del Norte, muchas cosas han sucedido ya en relación con los rehenes. Creo que vais a ver cosas muy buenas», declaró Trump ante la prensa.
Actualmente, hay tres estadounidenses en manos de las autoridadesnorcoreanas: Kim Dong-chul, de 64 años; Kim Sang-duk, de 58, y Kim Hak-song, que ronda los 60, todos nacidos en Corea del Sur y nacionalizados posteriormente.
El empresario Kim Dong-chul es el estadounidense que más tiempo ha pasado preso en el hermético país: fue arrestado en 2015 durante un viaje a Corea del Norte y condenado después a 10 años de cárcel por espionaje.
Los otros dos son profesores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pyongyang, la única privada y con financiación extranjera del país, y los medios norcoreanos les han atribuido «actos hostiles» contra el régimen.
De momento, y a pesar de que los medios surcoreanos informaron de que se producirían noticias sobre ellos este fin de semana, su situación sigue siendo una incógnita.