El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha dado a conocer que su par chino Xi Jinping le garantizó personalmente que Pekín no permitiría que sea destituido de su cargo.
Durante un discurso pronunciado el martes, el mandatario filipino indicó que las palabras Xi son muy alentadoras. «No permitiremos que le saquen de su oficina y no permitiremos que Filipinas ‘se vaya a los perros'», dijo el presidente chino según Duterte.
El presidente no dio más detalles, pero dijo que se debería culpar a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) por cualquier intento de desestabilizarlo o expulsarlo del poder.
La CIA negó las acusaciones y, sin embargo, Duterte se mantuvo firme en su posición, al señalar que China y Rusia han demostrado ser socios más confiables que EE.UU., su antiguo aliado (y durante mucho tiempo), según The Gulf Today.
El actual presidente filipino se acerca al final del segundo año de su mandato, que durará seis. La Constitución filipina prohíbe a los presidentes ejercer más de un mandato, y Duterte ha rechazado repetidamente los llamados de sus simpatizantes para que busque otro periodo. Incluso sugirió que le gustaría acortar su tiempo en el cargo, informó el portal The Straits Times.
Los comentarios de Duterte llevaron al líder del opositor Partido Liberal, Francis Pangilinan, a cuestionar si las garantías de Xi fueron la razón por la que el presidente filipino hizo uso de importantes préstamos chinos, y su renuencia a criticar las acciones de Pekín en el mar de la China Meridional.
Duterte dedicó la mayor parte de su discurso -de una hora de duración- a justificar su decisión de anular una sentencia de la Corte Internacional de Justicia de julio de 2016 por la que se desestimaban los reclamos de Pekín sobre más del 80 % del Mar de China Meridional en un caso presentado por su predecesor, Benigno Aquino.