Los bloqueos de vías y carreteras, principalmente en las zonas rurales, que aún persisten en el país, constituyen un obstáculo para la paz y son motivo de que se entorpezca en la mesa de diálogo nacional una propuesta de acuerdo, dirigida a devolverles la tranquilidad y la estabilidad a las familias.
La intransigencia de los sectores golpistas que participan en las conversaciones impidió la víspera una iniciativa que llamaba a poner fin a la violencia, venga de donde venga, y permitir la libre circulación del pueblo y el derecho al trabajo.
Los representantes del Consejo Superior de la Empresa Privada, la Unión de Productores Agropecuarios, la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua, una parte del sector campesino y el denominado Movimiento 19 de Abril, fueron quienes votaron en contra de esa propuesta llamada a restablecer el orden y la paz en el país.
La iniciativa de despejar la vía en todo el territorio nacional partió de los representantes de las micros, pequeñas y medianas empresas, el sindical-corporativo y productores agropecuarios, misma que fue respaldada por la delegación del gobierno al considerar vital la seguridad y estabilidad del pueblo nicaragüense.
El canciller Denis Moncada, representante del Estado en la mesa, expresó su pesar por la posición intransigente del bloque opositor, que de forma irresponsable ha tomado equivocada y deliberadamente la mesa de negociaciones para querer imponer sus pretensiones políticas, lejos de los verdaderos objetivos de estas conversaciones.
En opinión de Moncada, el tema de los bloqueos de las vías es de suma importancia y debería ser considerado con espíritu humanitario para la estabilidad, la paz, la seguridad y la convivencia, a fin de terminar la tensión que vive el país.
El ministro de Relaciones Exteriores les recordó a estos grupos de fanáticos de la violencia, que hay que estabilizarnos en primer lugar y para ello hay que priorizar el cese de la violencia, los tranques, las afectaciones a la economía, las dificultades de libre tránsito y del comercio que afectan a todos los nicaragüenses.
El Canciller Moncada demostró en su intervención que resulta bastante incongruente hablar de reformas políticas de futuro, si no se toma como prioridad acordar la paz, lo cual facilitará la continuación del debate sobre otros temas correspondientes.
En sus peroratas que llevaron a largas horas de debates, el sector golpista solo se centró en pedir la renuncia del gobierno y avalar los tranques que impiden el derecho a la libre circulación en el país, el comercio y el derecho al trabajo, no importándoles la seguridad y la tranquilidad de los nicaragüenses.
Para hoy se espera la integración a la mesa del Diálogo Nacional de los enviados de la OEA, quienes abordarán el tema sobre los acuerdos de ese organismo internacional con el Gobierno de Nicaragua. Por su parte, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, dijo que esa organización no avala hechos que estén contrarios a la actual constitución de nuestro país, es decir, rechaza el golpe de Estado.