* Una maniobra de Estados Unidos para, entre otras cosas, impedir la construcción de un canal interoceánico por Nicaragua, así que ya podemos confirmar de dónde viene el financiamiento para el MRS y la Francisca Ramírez y su aversión contra la vía acuática.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció el pasado viernes que su país se unirá a la Organización del Tratado del Atlántico Norte como un “socio global”.
“Vamos a formalizar en Bruselas, la semana entrante, el ingreso de Colombia a la OTAN en la categoría de Socio Global”, estas fueron las palabras del mandatario en un discurso televisado y también a través de Twitter.
Y si ello tiene lugar, como a todas luces debe suceder, Colombia se convertirá en el primer país de América Latina en formar parte de la alianza militar multinacional.
Creo válido señalar que los socios globales de esta organización “desarrollan cooperación con la OTAN en áreas de interés mutuo, incluidos los desafíos de seguridad emergentes, y algunos contribuyen activamente a las operaciones de la OTAN, ya sea militarmente o de alguna otra manera”, indican ellos mismos en su página web.
Otros ocho países forman parte de esta categoría, son el caso de Afganistán, Australia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán.
La condición de Socio Global fue creada “para generar alianzas estratégicas más allá” de Europa, Estados Unidos y Canadá; es decir son una especie de tentáculos adicionales que les permiten estar en áreas donde puedan aparecer intereses.
Y ¿quién duda de que América Latina no tenga múltiples intereses para esta entidad militar?
Recordar que la OTAN es controlada desde la Casa Blanca y aun cuando está compuesta por ejércitos de varios países de Europa, es sabido que el mayor grueso de la misma son tropas y armamentos norteamericanos.
De ahí que el interés de la Alianza Atlántica podría calificarse de golpe estratégico, si tenemos en cuenta que Rusia y China han incrementado sus relaciones bilaterales en América Latina y que a Estados Unidos le preocupa que estos países estén involucrados en grandes proyectos como el canal interoceánico de Nicaragua entre otros.
No olvidar tampoco las reservas de petróleo que hay en Venezuela y que el presidente Nicolás Maduro fue reelecto por cinco años más, de ahí que se impone para Washington crear medios alternativos para quitarlo del poder y con el ingreso de Colombia a la OTAN tiene de su lado el territorio de un socio estratégico en caso de necesidad.
Sin lugar a dudas, lo anterior representa una violación de la declaratoria de Sur América como Zona de Paz que fue aceptada en La Habana, pero a estas alturas parece que a Juan Manuel Santos eso apenas le viene importando, vaya doble moral de este personajillo político.