¿A qué le teme Félix Maradiaga?

¿A qué le teme Félix Maradiaga? Si asegura que no ha hecho nada malo durante el intento golpista aún en curso, debería presentarse tranquilo ante las autoridades policiales y judiciales a deslindar responsabilidades sobre los señalamientos que le hizo el sujeto Cristian Josué Mendoza, alias “Viper”, a quien acusan por narcotráfico, terrorismo, crimen organizado y otros delitos.

Maradiaga debe estar claro que no ha sido declarado culpable de nada, no obstante, también debe estar consciente de que las declaraciones del delincuente que operaba desde la Upoli, lugar donde también estuvo atrincherado don Félix como uno de los principales dirigentes, son realmente graves.

Alias “Viper” y otros elementos de la base golpista de la Upoli, confesaron su culpabilidad en múltiples hechos delictivos a través de una banda criminal que operaba al amparo de líderes del MRS y otros partidos políticos, lo mismo que de las ONG opositoras.

Las autoridades señalan a “Viper” de varios asesinatos, secuestro y destrucción de edificios públicos y privados. La banda de este confeso asesino habría privado de la vida a Kenneth Duarte y a Eric William Espinoza Mendoza. En ambos casos, La Prensa y otros medios los hicieron pasar como víctimas del gobierno.

¿Será por eso que Maradiaga teme regresar a Nicaragua y ha solicitado a su esposa que movilice a sus compinches del MRS, ONG opositoras y demás sectores golpistas para que lleguen a traerlo al aeropuerto el lunes 11 de junio?

Sinceramente, no creemos que las autoridades policiales vayan a maltratarlo, si es que finalmente deciden detenerlo para que responda por las acciones criminales que le achacan el “Viper” y otros sujetos detenidos en los tranques que controlan reconocidos antisociales en el sector de la Upoli.

Antes de involucrarse en el intento de golpe de Estado, Maradiaga y resto de aventureros políticos con los que ha ocasionado graves daños a Nicaragua, incluyendo decenas de muertos y heridos, había acumulado suficientes “méritos” como para ser llevado ante los tribunales por traición a la Patria.

No obstante, la “dictadura” de Daniel Ortega le permitió conspirar abiertamente e incluso preparar a sus “cuadros” para cuando les llegara la oportunidad de impulsar su “golpe suave”.

Este egresado de Harvard –su carta de presentación y la de sus promotores-, se ha vendido en Nicaragua como “experto en todo”, lo que le ha valido convertirse en un huésped natural de las ONG opositoras que reciben financiamiento de sectores ultraderechistas de Estados Unidos para desestabilizar nuestro país.

Su locuacidad y exhibida “sapiencia”, lo han llevado también a ser una manida fuente de consulta de los medios de comunicación que adversan al FSLN. Su verborrea antisandinista hace que los noveles y hasta los avezados periodistas que lo abordan, lleguen contentos a su sala de redacción con la certeza de que obtendrán un sitio privilegiado en la portada.

A través de las diversas ONG opositoras donde ha laborado este multidisciplinario golpista, ha amasado ingentes cantidades de dólares que le han garantizado una vida regalada en Nicaragua, pero sobre todo lo ha triangulado hacia actividades conspirativas, a como ha quedado demostrado un innumerables documentos publicados por Nicaleaks.

Pero fíjense que la “cruel dictadura” que vivimos ha estado al tanto de sus confabulaciones y él lo sabe, pese a lo cual no paró nunca el complot que venía preparando junto a los cabecillas del MRS y otros oportunistas que se les unieron creyendo que el presidente Daniel Ortega y el FSLN eran “pan comido”.

Es decir, nunca sintió el “temor” que hoy dice sentir al enterarse de que existe una alta probabilidad de que las autoridades nicaragüenses le prueben los graves delitos que le achaca el “Viper”, con quien compartió camaradería y quién sabe cuántas cosas más en la Upoli.

Pero si el “Viper” mintió, Félix Maradiaga no debe sentir ningún temor. No lo tuvo en sus andanzas conspirativas con gobiernos extranjeros e incluso con matarifes como el expresidente Álvaro Uribe, de Colombia.

No se detuvo, al igual que sus amigos del MRS, CPDH, CENIDH y otros, al movilizarse en Estados Unidos y Europa en busca de castigos para el país que los vio nacer. ¿Saben que pasaría si un ciudadano gringo llega a Rusia, por ejemplo, a pedir sanciones para su gobierno? Inmediatamente lo declararían traidor y se enfrentaría a la persecución de las autoridades.

Para no ir tan lejos, ahí tenemos el caso del exagente de la CIA y la NSA, Edward Snowden, quien publicó en junio del 2013 en los periódicos The Guardian y The Washington Post, documentos clasificados como alto secreto sobre varios programas de la NSA, incluyendo los programas de vigilancia masiva PRISM y XKeyscore.3​4​5​6​7​.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos clasificó la participación de Snowden en el programa de vigilancia PRISM como un “asunto criminal” y ha presionado a Rusia, donde reside, para que lo entregue a la justicia norteamericana.

Y el caso de este hombre, que actualmente tiene 34 años, es menos grave que el de los que pidieron la Nica Act y que incluso han implorado una intervención militar en Nicaragua. Y no les hicieron nada por eso a los actuales golpistas.

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