El cinismo de los golpistas y sus promotores

Es cinismo y falta vergüenza el nuevo ardid de los golpistas, quienes ahora andan en campaña por el diálogo y acusando al presidente Daniel Ortega de estar esquivándolos. Sin embargo, cuando andaban en sus orgías vandálicas impregnadas de sangre, destrucción y muerte, causando dolor entre las familias nicaragüenses, este llamado al diálogo nunca fue tomado en serio por sus cabecillas, creyendo que no era necesario puesto que el gobierno estaba pronto a caer.

Ahora que el telón de la falsedad e injerencismo de su prefabricada “rebelión”, financiada por los EEUU y dirigida por los jerarcas de la Iglesia Católica, el COSEP y los medios de comunicación de la derecha, se les ha venido abajo por falta de apoyo popular, “se rasgan las vestiduras” exigiendo que el Gobierno se vaya a sentar con ellos en la misma mesa de negociaciones que únicamente utilizaron como plataforma para que el Presidente dimitiera sin la menor opción a un verdadero diálogo.

Mientras esto ocurría, las verdaderas intenciones de estos grupos se ponían de manifiesto en varias zonas del país, con tranques que imposibilitaban el libre acceso en las vías públicas y al derecho ciudadano de movilizarse; el terror que a diario sufrían los pobladores de esas comunidades, que sufrieron saqueos, destrucción y quemas que generaron millones en pérdidas.

Pero lo más ignominioso en ese doloroso escenario de sangre, fue la persecución y muerte a militantes y simpatizante del FSLN.

Ahora que la calma, la seguridad y las actividades diarias en el país han retomado su curso de normalidad, son estos mismos derrotados golpistas los que vienen exigiendo la reanudación de las conversaciones a través de las autoridades de la Iglesia Católica, sus voceros y protectores en toda esta espantosa trama, con la parafernalia de grupos políticos y medios de comunicación encabezados por las chamorristas La Prensa y Confidencial.

El Gobierno de Nicaragua, por su parte, se encuentra en estos momentos en actividades más importantes que sentarse a dialogar con estos grupos vandálicos; incluso ya anunció que presentará un informe cuantitativo de los daños ocasionados por grupos violentos promotores de un intento de golpe de Estado en el país, en el que dará a conocer la cantidad de vehículos, instituciones, viviendas familiares, etcétera, que ellos (los golpistas) destruyeron entre abril y julio.

Igualmente, el Gobierno de Nicaragua calificó a los que ya todos conocemos, a los que todavía siguen dándole continuidad a los discursos golpistas y que pretenden seguir atentando contra Nicaragua y su pueblo, como los únicos responsables de ser quienes mataron a 198 hermanos nicaragüenses, por lo que el pueblo exige castigo y justicia para las víctimas de estos terroristas.

Una vez restablecido el orden y la seguridad, el gobierno denunció como instigadores de estas acciones a grupos políticos internos y externos, que junto a elementos del crimen organizado, perpetraron asesinatos, torturas, secuestros, violaciones, incendios, saqueos y destrucción de edificios, entre otros crímenes calificados de atroces, que interrumpieron la paz y seguridad de las familias nicaragüenses.

Es por eso que el Gobierno de Nicaragua no debe ni tiene que sentarse a dialogar con estos grupos sediciosos, la tarea principal actualmente es reconstruir lo que estos vándalos han arrasado y exigir justicia en contra de los asesinos. Parafraseando la famosa expresión que utilizan los gobiernos de EEUU: Nicaragua no dialoga con terroristas.

 

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