Una segunda línea para el Real Madrid

El equipo blanco ganó el doblete con Zidane compaginando el equipo A y el B. De aquel grupo se han ido cinco jugadores

 

 

Primero fueron James y Morata, y esta temporada Kovacic. Pidieron salir porque querían jugar más y tener más protagonismo. El colombiano estaba convencido de que, hiciera lo que hiciera, nunca tendría un papel de actor principal con Zidane. Morata quería ir al Mundial de Rusia y creía que la única manera era salir del Real Madrid. El croata adujo hasta problemas personales, había entrado en bucle y no había manera de retenerlo.

El año que se fue (verano de 2017), James había disputado 1.823 minutos; Morata, 1.874. Kovacic sumó la pasada campaña 1.823. Además del centrocampista croata, este verano también ha salido Cristiano Ronaldo a la Juventus por 105 millones. El Madrid no ha traído a ningún sustituto porque cree que la plantilla tiene calidad suficiente para competir. Desde la salida de James y Morata, sin embargo, el conjunto blanco ha perdido peso en su segunda línea. En Tallin, en la Supercopa, el Atlético se impuso en la prórroga también por tener más recursos en el banquillo.

Mientras que el año del doblete (2016-17) Zidane tiró de fondo de armario (además de los citados Morata y James, Isco sumó 2.339 minutos, Asensio 1.918, Lucas 2.282, Nacho 3.199, Danilo 2.087 y Kovacic 2.156) el año pasado (ya sin Pepe) insistió con los de siempre (Modric, Kroos, Marcelo, Benzema y compañía) incluso cuando el equipo, estancado desde la primera jornada, reclamaba a gritos revulsivos. Zidane, que siempre defendió las rotaciones, no acabó de confiar nunca en la hornada de jóvenes que se fichó en verano.

Para suplir a Morata y James se contrató a Borja Mayoral, Marcos Llorente y Ceballos, además de Achraf (por Danilo) y Theo (por Coentrao). Mientras el año anterior apenas se notaban diferencias entre el equipo A y el B —y no sólo porque ZZ les había hecho sentir importantes a todos—, el pasado había un mundo. Por calidad, experiencia y capacidad de aprovechar las oportunidades. Dani Ceballos disputó 900 minutos, Marcos Llorente 1.063, Theo 1.647, Borja Mayoral 929 y Jesús Vallejo, mermado por las lesiones musculares, 1.004.

Sin más refuerzos

Los dos laterales (Achraf y Theo) han salido cedidos este verano. Theo, fichado para dar algo de descanso a Marcelo, que lleva varias temporadas sin competencia en el carril izquierdo, jugó muy por debajo de las expectativas. La idea del club era también ceder a Marcos Llorente y Dani Ceballos, pero Lopetegui pidió que se quedaran los dos. Borja Mayoral también se estuvo planteando salir en busca de minutos, pero la marcha de Cristiano Ronaldo cambió sus planes.

La segunda línea del nuevo técnico es, ahora mismo, una incógnita. Odriozola, que no fue convocado contra Atlético y Getafe por una lesión, no ha debutado todavía. Fiable en la Real Sociedad, habrá que ver cómo se instala en el Madrid a sus 22 años. Jesús Vallejo se quedó fuera de 17 convocatorias el año pasado por lesión. Y esta ha arrancado con un nuevo percance muscular en la gira de verano.

Vinicius tiene 18 años, tuvo protagonismo en la pretemporada, pero en el club quieren ir paso a paso. Tiene desparpajo y talento de sobra, es una esponja, pero también tiene 18 años (los mismos que Marcelo cuando llegó al Madrid). Está siguiendo un plan de trabajo específico para potenciar virtudes y pulir defectos. Entre estos últimos, el manejo de la pierna izquierda y el juego aéreo. El cuerpo técnico, además, está insistiendo para que minimice las pérdidas de balón y mejore el manejo de las pausas y el trabajo defensivo.

Borja Mayoral promedió el año pasado un gol cada 232 minutos. La fiabilidad la garantizan el portero —ya sea Keylor Navas, de momento titular, o Courtois—, Nacho, e Isco y Asensio, que se irán intercambiando, presumiblemente, cuando Lopetegui apueste por el habitual trío formado por Casemiro-Modric y Kroos. En el club creen que en caso de emergencia en el centro de la zaga, el técnico también puede recurrir al canterano Javi Sánchez y en el lateral izquierdo a otro canterano, Reguilón.

Insiste Lopetegui en que lo que más ilusión le hace es LaLiga porque es la competición que premia el día a día y la continuidad, la que mide la salud y solidez de un equipo. La última vez que el Madrid la ganó (en la temporada 2016-17) la tuvo que pelear hasta el último partido (en Málaga), y eso que disponía de un fondo de armario bastante más amplio del que dispone ahora el técnico español. Quedan 10 días para que cierre el mercado, aunque en el club han repetido por activa y por pasiva que la plantilla no necesita refuerzos.

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