Agencias- La película «50 sombras de Grey», adaptada del best seller erótico-sentimental y esperada ansiosamente por miles de fanáticos, resultó ser una película suavemente ardiente, lejos del escándalo que prometía una sofisticada campaña de marketing, según algunos medios internacionales.
La película fue estrenada el miércoles en Francia, en Bélgica, en Alemania (en el Festival Internacional de Berlín), en Serbia y Filipinas, en el marco de un lanzamiento mundial durante varios días hasta el sábado.
En Nicaragua se estrena este 12 de febrero.
En Serbia, las entradas estaban agotadas desde hace varios días y en Bélgica ya se vendieron 75.000.
A pesar de algunas escenas bastante crudas, la película está lejos de las referencias en materia de erotismo, como «El Imperio de los Sentidos», «Nueve semanas y media» o, más subversiva aún, «Último tango en París».
En Francia, uno de los países que tuvieron el privilegio del estreno mundial, la película es apta para mayores de 12 años, lo que da la pauta de su suavidad.
La película, basada en la novela de E.L. James, que sedujo a millones de lectores, sobre todo a un público femenino, cuenta la historia de amor y sumisión entre Grey y una joven de 22 años, todavía virgen, seducida durante una entrevista de empleo.
Interpretado por el actor Jamie Dorman, Grey, de 27 años, es un multimillonario al frente de un imperio económico que lleva su nombre y además un pianista virtuoso y piloto de helicópteros.
Anastasia Steel (Dakota Johnson), una estudiante ingenua y sin dinero, se enamora a primera vista del ejecutivo que acumula todos los clichés del éxito y la fortuna.
En definitiva, una historia de amor entre un petimetre y una cándida paloma, salvo que Grey exhibe «talentos» menos convencionales a los cuales Anastasia va a sucumbir.
En el «cuarto rojo» del golden boy, poblado de látigos, esposas y aparatos de suplicios, Grey inicia a Anastasia en el sadomasoquismo y, entre caricias con una pluma de pavo real y cubitos de hielo, le propone que se someta a él.
Cineasta y artista plástica, Sam Taylor-Johnson agrega al guión un toque estético a través de los decorados y una luz muy trabajada, acompañada por un sonido firmado en particular por la cantante Beyoncé con el tema «Crazy in love».
Aunque «50 Sombras de Grey» estimuló la venta de juguetes sexuales, la novela y la película pertenecen a la categoría de obras en las que sadomasoquismo rima con romanticismo.
Sin embargo, desde el inicio de la filmación, la película ha dado lugar a numerosas polémicas, particularmente en Estados Unidos o en Asia. En Malasia fue calificada de pornográfica y ha sido prohibida.
En cambio, en Gran Bretaña, hay quienes tienen la expectativa de hacer buenos negocios, como una cadena de bricolaje que previno a sus vendedores sobre un posible aumento de las ventas de cadenas, cuerdas y cintas adhesivas.