Estrategias del Ejecutivo suramericano están dirigidas a garantizar el abastecimiento de productos y servicios para el pueblo.
El Gobierno de Venezuela implementa desde este lunes un nuevo sistema de fiscalización en los procesos de distribución de alimentos en todo el país, como herramienta para combatir la Guerra Económica.
Unas 20 mil máquinas captahuellas (sistema biométrico) se instalarán en la red de distribución pública de alimentos del país; además de siete cadenas privadas que se unieron de forma voluntaria al proceso.
De acuerdo con lo señalado por el presidente Nicolás Maduro, la medida responde a la necesidad de garantizar alimentos, productos y servicios de primera necesidad para el pueblo.
«Vamos a vencer a los contrabandistas, no podrán más los capitalistas, los ladrones, los individualistas, los mezquinos. No podrán más que la mayoría del pueblo que quiere trabajar, vivir, que quiere la estabilidad de su familia, la felicidad», señaló el jefe de Estado.
Por su parte, el ministro de Alimentación, Yván Bello, señaló que el sistema captahuellas está diseñado para evitar la reventa y acaparamiento de productos, especialmente de primera necesidad y aportará a la lucha contra el contrabando de extracción hacia Colombia.