Don Enrique Bolaños quería a todos sus amigos y a los hijos de sus amigos, en el gobierno de Arnoldo Alemán, donde él fungía como vicepresidente. Y si eran de Masaya, pues mejor.
¿No vive diciendo esta gente que los puestos en el gobierno deben ser para los mejores profesionales? La carta que le envía Bolaños a Eduardo Mena, es elocuente al respecto, al igual que otras que hemos publicado.
Uno de los recomendados por Bolaños, el de apellidos Rosales Pasquier, a quien se trajo desde Costa Rica, se vio involucrado en el caso de las vaquillas y el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), al igual que el destinatario de la carta, el señor Mena.
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