El jefe máximo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’ ha declarado en exclusiva a RT que el principal obstáculo en el proceso de paz en Colombia es «el imperialismo norteamericano». «Todos sabemos que EE.UU. considera que América Latina es su patio trasero», sostiene.
RT: ¿Cuáles son los principales obstáculos para alcanzar un futuro de paz en Colombia?
NR: Todos sabemos que EE.UU. considera que América Latina es su patio trasero. Por supuesto, que no quieren un país con democracia, con soberanía y que tenga su propia autodeterminación. Como esos elementos son esenciales en el proceso de paz de Colombia, así a futuro, por supuesto que el principal obstáculo, en ese sentido, es el imperialismo norteamericano. Alrededor de él, de sus capitales, están hoy las grandes multinacionales que están robando los recursos de nuestro país.
Precisamente un tema esencial en el proceso de paz es un asunto de soberanía y, por supuesto, esto tiene que ver con el robo de los recursos naturales. Por parte de las transnacionales tiene que ser un punto a discutir en la mesa. Ese es un gran obstáculo. El otro es que en Colombia hay una oligarquía retardataria, conservadora, que nunca ha estado dispuesta a permitir por las vías constitucionales que el pueblo participe en el poder y que la distribución de la riqueza sea equitativa. Ese es otro gran problema para la paz de Colombia.
La paz es un imperativo para Colombia. Llevamos más de cincuenta años de alzamiento en armas por parte de las guerrillas revolucionarias de Colombia. Pero el conflicto comenzó mucho antes, en 1944, cuando iniciaron el exterminio del Movimiento Gaitanista. Entonces, el futuro de Colombia no puede ser la guerra. El Gobierno colombiano ha llamado a la insurgencia para buscar un proceso de paz y tanto las FARC como el ELN hemos acudido a ese llamado. Estamos muy interesados en explorar, en conocer, en escuchar los planteamientos reales del Gobierno colombiano en una mesa de diálogo para buscarle una salida a ese conflicto. Ese es nuestro propósito.
Pero nosotros no estamos hoy solamente con el Gobierno de [Juan Manuel] Santos iniciando un proceso de paz. El ELN comenzó hace veintitrés años en el Gobierno de César Gaviria Trujillo a buscar un proceso de paz para Colombia. Entonces esa es una decisión del ELN, firme, decidida, de buscar la vía dialogada, una salida política a este conflicto. Entonces, hay muchas dificultades, pero estamos convencidos de que de manos del pueblo, de los sectores sociales de Colombia, de todos los que quieren la paz, y con el respaldo de la comunidad internacional, buscaremos ponerle fin a este conflicto y encontrar un proceso que permita a Colombia encontrar una realidad de paz, de justicia social y de soberanía para nuestro país.
RT: ¿Cuál es el estado del proceso de negociación del ELN con el Gobierno?
NR: Nosotros hemos dicho que hemos avanzado en un 80% en la agenda que hemos definido con el Gobierno. Quiere decir que nos falta el 20%. Nosotros somos optimistas en que ese 20% para culminar la agenda y pasar a una mesa pública se va a resolver. Hay dificultades, porque no es fácil ponernos de acuerdo en los asuntos que faltan.
Pero en cuanto a este punto último, el ELN ha planteado tres cosas esenciales. Primero: que tenemos disposición de buscar, de colocarle fin al alzamiento armado; segundo: que estamos de acuerdo con el Gobierno en que hay que colocarle fin al conflicto; tercero: nosotros le hemos planteado al Gobierno nuestro interés para explorar con él las ofertas reales, la disposición real del Gobierno en cuanto a garantías políticas y de seguridad para que el ELN como insurgencia pueda transitar de ser una organización alzada en armas a poder ser una organización o una fuerza política que desarrolle la lucha y la actividad política por las vías legales, por las vías institucionales dentro de los espacios democráticos que el Gobierno plantea que está dispuesto a ofrecer. Entonces, esa oferta, esos planteamientos, son los que queremos nosotros explorar y conocer por parte del Gobierno colombiano.
RT: En la reunión con los comandantes en la Habana, ¿qué se piensa sobre la posible unidad de las mesas de diálogo?
NR: Bueno, nosotros, con los compañeros de las FARC hemos discutido que debemos aproximarnos o buscar dos mesas y un proceso, porque esa es la realidad que tenemos. Los compañeros de las FARC comenzaron primero el proceso de paz. Nosotros lo iniciamos después o, por lo menos, los diálogos con el Gobierno. Y ellos van en un momento mayor de su desarrollo y nosotros aún estamos en diálogos exploratorios. Pero lo ideal es que aunque haya dos mesas, el proceso cada vez sea de mayores confluencias. Ese es el propósito.
En últimas hay muchos temas comunes, hay otros que son particulares y muchos enfoques o planteamientos específicos diferencian a las dos mesas, lo que no quiere decir que lo general no sea en términos similares. Porque en últimas todos queremos llegar a un momento donde en Colombia exista realmente democracia, justicia social, soberanía y autodeterminación. En esos objetivos generales, tanto los compañeros de las FARC como nosotros, ELN, tenemos la misma visión y los mismos propósitos.
RT: En medio del conflicto… ¿cuáles fueron los hechos ocurridos en Norte de Santander por los que se culpa al ELN?
NR: En el área donde estalló una mina antipersona operamos tres organizaciones guerrilleras. No entendemos el propósito inteligente del Gobierno para habernos responsabilizado de entrada con unas afirmaciones contundentes y muy irresponsables en cuanto que había sido el ELN el responsable de esa acción.
En segundo lugar, tampoco hemos entendido la actitud del Gobierno de ser categóricos en que el ELN había utilizado las piernas del suboficial herido para colocarlas en una escuela o cerca de una escuela. El ELN jamás ha hecho ni haría un hecho atroz como ese. Nosotros lo desmentimos categóricamente. Porque tenemos la absoluta seguridad de que ni colocamos la mina ni colocamos las extremidades del suboficial en el sitio que dicen. Tenemos pruebas y le hemos dicho al Gobierno que nombre una comisión donde participen las iglesias para que investigue el hecho. Y nosotros estamos dispuestos a hacer cualquier apoyo necesario, incluida incluso una tregua unilateral en el área donde se produjeron los hechos para que quede absolutamente claro el acontecimiento y se esclarezcan los hechos.
Conocemos -y lo dijimos en un comunicado- sobre la acción humanitaria que hizo un campesino, una persona de la región que pasó por allí después de la explosión y que, en un acto humanitario, para que las aves de rapiña u otros animales no se comieran esos restos que dejó la patrulla que levantó al suboficial herido, los colocó en una parte prudente, donde consideró que los animales no iban a comerse esos restos. De manera que esa es la realidad, la conocemos a plenitud y seguimos dispuestos a que se haga una investigación. Nos llama mucho la atención que el Gobierno, en otra actitud irresponsable, ha guardado absoluto silencio cuando ha conocido este planteamiento y esta denuncia del ELN. Creemos que eso es perfidia, que de esa manera no se avanza en la paz ni se es respetuoso. Y nosotros decimos que con la verdad siempre es suficiente, y que no hay que alterar los hechos de una manera grosera.
RT: ¿Qué papel se les otorga a los países garantes en la mesa de diálogo?
NR: En todos los procesos con los Gobiernos con los que hemos realizado procesos de paz, hemos contado con un grupo selecto de garantes y acompañantes, y eso es muy importante para la mesa de diálogo. En este momento, como ya lo han dicho los medios de comunicación, hemos contados con garantes como Venezuela, Noruega, Ecuador y Brasil en su momento. Y contamos con un grupo de acompañantes de Cuba y de Chile.
En realidad son equipos que están permanentemente escuchando y conociendo de primera mano los intercambios de las delegaciones. Eso es muy importante. Además, va quedando testimonio escrito y el testimonio de este grupo de personas de quienes tenemos altísima valoración por su conducta receptiva, imparcial y recta. Y, en ese sentido, para ellos siempre tendremos nuestro agradecimiento. Nosotros hemos dicho siempre que el aporte de la comunidad internacional es definitivo en el proceso de paz. En ese espacio, por ejemplo, lo valoramos mucho.
Además, valoramos como muy importantes otros esfuerzos que han hecho los pueblos, los gobiernos, personalidades y organizaciones de toda América Latina y el Caribe. De verdad que lo agradecemos bastante.
RT: Ustedes mandan un mensaje a las FARC diciendo que no es procedente un cese unilateral del fuego ¿Por qué dicen eso?
NR: Nosotros dijimos tres cosas a los compañeros de las FARC. Primero, que extendíamos nuestro dolor y nuestra solidaridad por la muerte de casi una treintena de compañeros en un ataque del Ejército gubernamental en Guapí, municipio del Cauca. Por supuesto, nos duelen los muertos de los compañeros como los nuestros y como todas las muertes que ocurren a diario en nuestro país. Sea de quien sea, toda muerte es tremendamente dolorosa. Ese fue el primer elemento de nuestro mensaje a los compañeros.
Lo segundo, que coincidíamos plenamente en su decisión de suspender la tregua unilateral que ellos habían decretado en diciembre del año pasado. Consideramos que fue muy osada la decisión de los compañeros de las FARC y en un esfuerzo grande por fortalecer el proceso de paz. Pero, les decíamos en el mensaje, el Gobierno ha asumido una actitud pérfida, porque estando los compañeros de las FARC en una tregua, se han arreciado los ataques. Y eso lo conocemos nosotros porque compartimos territorio de confrontación en conjunto las dos organizaciones guerrilleras. Y conocimos las operaciones que les lanzaron a ellos, porque nosotros también las hemos estado resistiendo y hemos estado en confrontaciones. Entonces, es mucho descaro del Gobierno colombiano que una organización esté en tregua en aras de la paz y, sin embargo, arrecien contra ellos los operativos militares. Para nosotros, eso es perfidia y eso no contribuye en nada al proceso de paz que se está construyendo.
Por eso nosotros decimos: la tregua unilateral no es conveniente. Es demasiado riesgosa para quien la asume, en este caso la insurgencia, porque el Gobierno la aprovecha para arreciar sus operativos militares y las últimas bajas que han sufrido las FARC tienen que ver con eso: con una actitud agresiva de parte del Gobierno colombiano. Por eso, si no hay reciprocidad en una tregua, esta se convierte en un problema para quien la asume. Por eso nosotros saludamos esa decisión de los compañeros de las FARC, porque, si bien hay que tener voluntad de paz, tampoco uno puede arriesgar tanto cuando tiene un enemigo agresivo.
Nosotros siempre hemos defendido y nos hemos unido a muchos sectores de Colombia y del exterior que han planteado la urgencia de un cese bilateral del fuego y de las hostilidades. Eso debe de ser verificable, debe de ser claro. Nunca hemos entendido por qué el Gobierno, que habla de paz, no escucha ese pedido que se ha convertido en un clamor de las organizaciones populares, sobre todo de las organizaciones que agrupan a los pobladores de las llamadas zonas de conflicto, que permanentemente están recibiendo los bombardeos. Porque no es solo para la guerrilla que el Gobierno, el Ejército, bombardea. Sino también contra la población civil. Y muchos de los muertos y muchas de las afecciones de la población no se conocen ni en el país ni en el exterior. Por ejemplo, en los bombardeos en Cauca, en los bombardeos en Antioquía y en los bombardeos del Chocó, están saliendo cientos y cientos de familias desplazadas porque los bombardeos son indiscriminados. Eso los medios lo registran muy poco, pero es un drama. Entonces no solo eso justifica el cese bilateral, sino que este le daría mucha confianza al proceso de paz y sería de verdad un gesto del Gobierno en positivo para crear un clima favorable a la paz de Colombia. O, por lo menos, a este proceso que lo necesita tanto.