Expertos militares de EE.UU. sostienen que los sistemas antimisiles de EE.UU. son débiles para competir con el nuevo armamento hipersónico de Rusia. No es la primera vez que EE.UU. ensalza el armamento ruso para conseguir más dinero para el desarrollo de sus armas, opina Víktor Litovkin, observador militar de la agencia TASS.
«EE.UU. quiere obtener más dinero para el desarrollo de nuevas armas para el Pentágono y la industria de Defensa. Además, Europa teme a EE.UU. porque el Gobierno estadounidense promueve su sistema de Defensa antimisil en Polonia, Rumanía, supuestamente para protegerlos de los misiles iraníes y norcoreanos», informa Litovkin en una entrevista a la cadena LifeNews.
Según el analista, ejercicios militares han mostrado que el sistema estadounidense puede derribar menos del 50% de los misiles de medio y corto alcance, pero conocen sus trayectorias, mientras que nuestros cohetes modernos como Iskander, Bulava o Topol vuelan en trayectorias impredecibles. Por lo tanto, es imposible detectarlos y derribarlos.
En abril de 2015 expertos suecos presentaron un informe en el que sostenían que el Gobierno de EE.UU. gastó millones de dólares en armamento, 7 veces más que Rusia. Según estos datos, en términos mundiales el gasto militar de EE.UU. en 2014 representó el 34% del total. El segundo lugar ocupó China con el 12%, mientras que Rusia tomó el tercer lugar con el 4,8%.