No es que tengamos nada en contra de los Organismos No Gubernamentales (ONG). Simplemente hemos recibido de diversas fuentes muchos documentos que hemos publicado poco a poco, debido a que tratamos de certificar cada uno de ellos como verdadero.
¿Por qué nos interesan los ONG? Sabemos que en Nicaragua tienen poca o ninguna fuerza, no obstante, en NicaLeaks estamos atentos a los materiales que nos llegan de dichos grupos opositores, debido a que desde hace algunas décadas los ONG son los principales receptores del financiamiento del dinero norteamericano para desestabilizar gobiernos tenidos como “hostiles” por no estar bajo su esfera de influencia.
Esta semana publicaremos parte de un estudio sobre ONG de Nicaragua y la forma en que destinan los recursos que reciben de organismos desestabilizadores del gobierno de Estados Unidos, cuya estrategia actual es fingir desinterés –y hasta simular amistad-, a gobiernos que consideran de izquierda o progresistas.
Victimarios en vez de víctimas
Aunque se la pasen haciéndose las víctimas, lo cierto es que son los victimarios. Y no solo en Nicaragua. Los ONG han sido denunciados en países como Rusia, Venezuela, Bolivia y otros, donde han intentado botar gobiernos aplicando los “golpes suaves” dictados por el politólogo gringo Gene Sharp.
El pueblo de Nicaragua ya se cuida de la CIA y hasta de la USAID, sin embargo, no existe todavía ese reflejo hacia organismos como la National Endowment for Democracy (NED), una camaleónica entidad que ha intentado mimetizarse entre los ONG opositores financiando foros con diversos fines, pero que al final todos terminan en lo mismo: preparar cuadros para futuros enfrentamientos contra el gobierno sandinista.
Para muestra, la NED
Para que nos hagamos una idea, la NED fue descrita por The New York Times como una agencia creada “para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Central Intelligence Agency (CIA) durante decenios”.
Y para lograr ese objetivo, gastaba hasta hace poco más de 30 millones de dólares en apoyo a ONG opositoras, sindicatos, partidos políticos, medios de comunicación y periodistas, entre otros.
Pero la NED no actúa sola. Cuando el gobierno de Estados Unidos decide desestabilizar un país, acude con toda su maquinaria foránea y local. Es así que en Nicaragua, aparte de la NED, sufrimos el acoso diario del International Republican Institute (IRI); National Democratic Institute (NDI); de la conocidísima USAID y otras disfrazadas con diferentes siglas.
Un mismo objetivo, diferentes disfraces
El objetivo de la sopa de siglas opositora es uno, aunque aparezca enmascarado entre defensa de derechos humanos como el CENIDH y la CPDH; organismo de mujeres como el MAM: centro de “investigación”, tal es el caso de CINCO; observación electoral, como Ética y Transparencia e incluso los hay de estudios cristianos, ecologistas, etc. Todos quieren demostrar a los gringos que son capaces de tumbar al FSLN del poder.
En su totalidad, los ONG nicaragüenses, que conforman una absoluta minoría política a como ellos mismos lo reconocen, reciben dinero y entrenamiento de parte de organismos norteamericanos y europeos, muchas veces triangulado a través de ONG locales como el IEEPP.
Parte del juego personal de sus dirigentes es presentarse ante el gobierno de Estados Unidos como la “alternativa para el cambio”, a fin de seguir teniendo acceso a las fantásticas entradas económicas que perciben, y que pese a que dicen defender los derechos de los más pobres, les permiten vivir en mansiones de lujo y movilizarse en camionetonas último modelo.
Mercenarios y traidores
Atentos, pues, a estas entregas de NicaLeaks, que nos permitirán entender en parte el comportamiento preelectoral de las ONG nicaragüenses que se preparan para escalar, dentro de sus limitaciones por falta de seguidores, la lucha en contra del gobierno sandinista y sus organizaciones populares.
Lo que mueve a sus financiadores externos es el colapso del gobierno del comandante Daniel Ortega. El de los ONG locales está enfocado más en el dinero, lo que los convierte en mercenarios y traidores.