El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha llegado este lunes a Quito, donde se reunirá con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, con el objetivo de discutir la situación en la frontera entre los dos países.
El presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, ha sido recibido en Quito por su homólogo ecuatoriano, Rafael Corea, en el Palacio de Carondelet en vísperas de la reunión dedicada al conflicto fronterizo entre Venezuela y Colombia, informa Telesur.
Nicolás Maduro asegura estar dispuesto a optimizar las relaciones bilaterales con Colombia y ha comunicado que propondrá a Santos un plan de convivencia y de respeto mutuo con el objetivo de lograr la paz para ambas naciones.
Los presidentes de Uruguay y Ecuador, Tabaré Vázquez y Rafael Correa, respectivamente, ya se encuentran en el Palacio de Carondelet, donde actuarán como mediadores en el diálogo. «Unasur y la CELAC son los nuevos caminos», ha expresado Maduro, respecto a la asunción temporal de Ecuador y Uruguay a la presidencia de las organizaciones internacionales.
«Venimos con la máxima expectativa o ganamos la paz o la paz (…) no podemos caer en la intriga», ha señalado el presidente venezolano. «Ecuador es tierra que inspiró a los libertadores, la tierra de Manuela Sáenz (…) Quiero agradecer al pueblo ecuatoriano por este bastón espiritual de protección y mando con madera sagrada del volcán Pichincha», ha añadido Maduro.
El pasado 21 de agosto Caracas decretó el estado de excepción en la frontera con Colombia después de que efectivos del Ejército venezolano resultaran heridos por presuntos paramilitares cuando estaban investigando el contrabando de extracción. La situación en la frontera ha empeorado por la deportación de miles de colombianos que vivían en Venezuela, lo que ha causado gran rechazo en la sociedad colombiana.
El 13 de septiembre Colombia denunció que su espacio aéreo fue presuntamente violado por parte de Venezuela. No obstante, el hecho fue desmentido por la jefa de canciller venezolana, Delcy Rodríguez, quien declaró que el país vecino intentaba obstaculizar el diálogo sobre la situación en la frontera.