En EE.UU. aumenta el conflicto por obtener financiación y por ejercer influencia dentro y fuera del país. El enfrentamiento principal lo protagonizan las Inteligencias civil y militar, representadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Inteligencia de Defensa dentro del Pentágono (DIA), respectivamente.
Tanto el Departamento de Defensa como la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. tienen sus propios programas de entrenamiento de rebeldes sirios ‘moderados’. Sin embargo, el Pentágono ha desplazado a la CIA en esta cuestión, pese a que malgastó de facto 500 millones de dólares en entrenar a personas que luego se unieron al Estado Islámico o al Frente Al Nusra, de acuerdo al portal SVPressa.
La semana pasada, la revista ‘Foreign Policy’ informó que el Pentágono reformará su programa. Ahora, en vez de entrenar a los militantes para realizar combates en tierra, los adiestrará para que ayuden a dirigir sus ataques aéreos contra el Estado Islámico.
En cambio, la CIA logró aumentar su programa secreto de ataques con drones en Siria, que es independiente de las otras operaciones de EE.UU. en ese país, informó ‘The Washington Post’ en septiembre.
Es decir, ambas entidades están implicadas en una intensa lucha por el dominio de las operaciones en Siria y también por lograr financiación para sus acciones. De acuerdo a Vladímir Batiuk, del Instituto de EE.UU. y Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, aunque la información sobre el presupuesto estadounidense para la inteligencia está clasificada, se estima que hace un par de años fue de 40.000 millones de dólares. Además de la CIA y la inteligencia del Pentágono, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la Oficina Federal de Investigación (FBI) luchan por su cuota.
Vladímir Batiuk indicó que el «conflicto» entre los servicios de inteligencia, «que tiene una historia larga», va aún más allá y puede generar cambios estructurales. Así, el experto adelantó que existen planes de reformar la DIA en una especie de ‘CIA militar’ para otorgarle, por ejemplo, el derecho de captar a agentes en países extranjeros, algo que hasta el momento solo podía hacer la CIA.