Como queriendo hacer “cama” ante un posible fracaso de la oposición en las elecciones de diciembre próximo en Venezuela, el escritor e ideólogo de derechas Mario Vargas Llosa, dijo que de darse un triunfo del partido socialista encabezado por el mandatario venezolano Nicolás Maduro, sería mediante un “fraude monstruoso”, pretexto anticipado que está utilizando la derecha contra los Gobiernos de izquierda.
Igual que aquí en Nicaragua, la derecha, que sufrió una rotunda derrota en las elecciones presidenciales y de diputados en el 2006, ha desempolvado el tema del “fraude”, “elecciones transparentes”, y “estricta observación electoral”, como una premonición -o como se dice popularmente “curándose en salud”- para tener justificaciones ante una eventual derrota en los comicios.
No es una casualidad, que por un lado la derechista Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) realice una reunión en donde ataca a los Gobiernos democráticos de izquierda en América Latina, entre ellos Nicaragua y Venezuela, que están en procesos electorales, y utilizando la plataforma de ese “congreso” aparezca el escritor peruano hablando de “fraude electoral monstruoso”.
Nada es casual
No parece haber tela de duda en que existe una estrategia diseñada por la derecha en Latinoamérica para conseguir, por medio del vilipendio, lo que no ha podido conquistar en el campo político, por eso las desesperadas acusaciones de fraude, ataques a los Poderes Electorales, o “marcha de los miércoles” que se hicieron aquí en Nicaragua y que a la postre no le dio resultados a la oposición.
La presunción de Vargas Llosa y sus posiciones de derecha radical, lo llevó hasta el insulto, ya que recriminó a los demás Gobiernos latinoamericanos de carecer del coraje y neutralidad necesaria para combatir a esas “dictaduras crecientes”, en clara alusión a los países gobernados por la izquierda democrática, olvidando los términos soberanía nacional y autodeterminación de los pueblos.
Por demás está decir que los medios de comunicación de la derecha en América Latina aplauden el contar entre los aliados con tan “prestigiado” elemento, por eso despliegan tiempo y páginas a sus “admirables” declaraciones, tal como lo hace aquí en Nicaragua, al “iluminarnos” con sus “motivadoras” reflexiones, en un medio de prensa escrita local, conocido por su ultra derechismo.
Juegan al “pierde la gana”
Precisamente, alentados por esa “estrategia”, que de por sí tiene una mampara para cuestionar una derrota electoral, en Nicaragua, los partidos políticos de la derecha y los llamados organismos de la “sociedad civil”, desde hace un buen rato que se prestan a este juego, a sabiendas que existe una gran posibilidad de que lo van a perder, pero que les dejará buenos dividendos económicos.
Es por eso, que casi a diario se mira, escucha y se lee en los medios de difusión de la oposición, que según la SIP no existe en Nicaragua, la firma de “alianzas” fantasmas en las llamadas coaliciones, además del supuesto incursionar de los jóvenes “demócratas” a la política, los llamados a la desobediencia civil que hace la derecha en el país, entre otras prácticas que seguramente son manejadas desde el extranjero.