Los escándalos de corrupción que sacuden a la FIFA han terminado por afectar ya de manera definitiva a su presidente, Joseph Blatter, y al vicepresidente y presidente de la UEFA, Michel Platini. El Comité de Ética ha inhabilitado a ambos durante 90 días prorrogables a 45 más, y al surcoreano Chung Mong-joo, candidato a la presidencia del máximo organismo del fútbol mundial como el dirigente francés, con seis años. Esto supone que el camerunés Isa Hayatoyou, que es el vicepresidente más antiguo de la FIFA, asuma la presidencia por tres meses. El 26 de febrero están previstas nuevas elecciones en la organización.
La sanción inhabilita a Blatter para cualquier actividad relacionada con el fútbol hasta su reaparición, que se producirá a poco más de un mes de las elecciones de la FIFA, lo que le permitiría entregar el Balón de Oro y orquestar una salida digna. Este nuevo golpe, sustentado en la acusación de la fiscalía suiza de gestión desleal y apropiación indebida, engorda aún más la mancha de corrupción que sobrevuela su figura y sus 19 años de mandato.
Blatter ya no podrá manejar desde dentro las reformas de la FIFA que estaba diseñando a su medida, aunque su sucesor temporal es de su plena confianza. Entre las sospechas que rodean a Blatter está la de haber podido forzar la inclusión de Platini en la investigación del fiscal al haber aparecido un pago de 1,8 millones de euros por varios trabajos del francés para la FIFA sin especificar en 2011.
La actuación del Comité de Ética, “de no ética”, según un excolaborador de la FIFA, dejaría en fuera de juego a Platini y a otro candidato, al surcoreano Chung Mong-joo, a quien se investiga por la elección de Rusia como sede del Mundial 2018 y cuya sanción de seis años supone la admisión de irregularidades en el proceso de elección de las sedes para los mundiales.
Minutos antes de que se hiciera pública la sanción, Platini había mostrado su disconformidad con la FIFA por la filtración y anunciaba que mantendría su candidatura. “Esa filtración intencionada, que es insidiosa por naturaleza y se ha producido de una manera inaceptable, es esencialmente un intento de dañar mi reputación. Esta mañana he presentado las cartas de apoyo que se requieren con el fin de presentarme como candidato a la presidencia de la FIFA”, ha expresado el mandatario francés en un comunicado.
La suspensión, además de apartarle de su cargo en la UEFA, le impediría presentar su candidatura, tenía hasta el 26 de octubre, aunque sus asesores trabajan con el objetivo de encontrar algún resquicio que le permita seguir adelante. La posible sanción, tal y como ha señalado el portavoz de la Comisión de Ética, no debería afectar a la validez de su candidatura, «pero tiene que ser la Comisión Electoral la tenga que lo decida».
El hecho de que la candidatura fuera presentada antes de que se hiciera público el castigo podría jugar a su favor. Tampoco entiende Platini que haya sido objeto de investigación por parte del Comité de Ética puesto que, según él, solo fue llamado a declarar por la fiscalía suiza como testigo. Esto último fue desmentido por el fiscal Michael Lauber, que matizó que su testificación era una especie de figura a medio camino entre testigo de alta relevancia e investigado.
Ante la inhabilitación de Platini como presidente de la UEFA, el organismo europeo tiene que elegir a un sustituto para el cargo. Los estatutos determinan que se elegirá al vicepresidente de mayor rango disponible. El primero de esta lista sería el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar. Sin embargo, está siendo investigado desde enero por negarse a declarar ante el Comité de Ética de la FIFA por los posibles sobornos en relación con la designación de Rusia y Qatar como sedes mundialistas; lo que le resta alguna posibilidad. El segundo puesto lo ocupa el chipriota Marios Lefkaritis y el tercero sería Luigi Abete.
El terremoto le pilla a Platini a solo unos meses de presidir la Eurocopa que se disputa en su propio país. Durante los últimos días, ha recibido el apoyo del Gobierno francés y él mismo ha defendido su inocencia y su predisposición a colaborar con las investigaciones.