Un joven de 21 años con casco, sobretodo, el rostro cubierto y un sable, mató a un profesor y a un alumno en una escuela de Trollhättan, en el oeste de Suecia, y murió después de ser herido por disparos de la policía. Antes de que comenzara la masacre -la primera en su tipo en ese país-, varios estudiantes sorprendidos por atuendo se tomaron fotografías con el agresor. Los peritos investigan los motivos del hecho.
Según los testigos, el joven entró con el rostro cubierto y vestido de negro y armado con un arma blanca de gran tamaño e hirió además a otras dos personas, cuyo estado es grave. De momento se desconoce si lo que portaba era un sable o un cuchillo largo.
Varios creyeron que se trataba de una broma: «Algunos alumnos querían hacerle una foto y tocar el sable», contó un joven, que luego vio cómo el agresor entró a un aula y apuñaló a los que abrieron la puerta.
Las autoridades indicaron que el autor del ataque era de Trollhättan y, según los primeros indicios, no guardaba relación alguna con la escuela y tampoco estaba fichado por la policía.
El rey Carlos XVI Gustavo transimitó sus condolencias las víctimas. «Suecia está consternada», dijo, según un comunicado de la casa real. El primer ministro sueco, Stefan Löfven, habló de un «día negro para Suecia».
En la vivienda del agresor se encontraron elementos «interesantes para la investigación», dijo un portavoz de la policía, que no quiso entrar en detalles. Tampoco quiso confirmar detalles sobre la víctima como su edad y su identidad.