La coalición del PLI, encabezada por su caudillo Eduardo Montealegre, no tiene el mínimo interés de concretar una alianza con sus “correligionarios” del PLC, jefeados por Arnoldo Alemán, y en un giro desesperado, ha escogido la zona del Caribe nicaragüense como una especie de “centro de operaciones”.
Todo hace indicar que los “cantos de sirenas” de las coaliciones liberales no han tenido ningún efecto en la zona del Pacífico ni en la central del país, la respuesta a este problema al parecer ha sido dirigir sus actividades hacia la Costa Atlántica, con la esperanza de obtener resultados positivos.
El jueves pasado, la agrupación del PLI envió un emisario a Bluefields con el propósito de crear una “cama” y darse a conocer como la “fuerza” única que podrá vencer al FSLN en las próximas elecciones nacionales del 2016, dejando a un lado las presuntas conversaciones que dicen tener con el PLC en la búsqueda de la “unidad” de la oposición.
Plagio a derecha venezolana
La farsa política a la que están jugando el PLI y sus aliados, tras los fracasos que sufrieron en las diversas convocatorias a las que llamaron en las zonas del Pacífico y Central del país, los llevó a la idea de orientar sus pasos hacia la Costa Atlántica de nuestro país.
Con la complicidad de sus medios de difusión, hicieron creer a la población que se había conformado en el Caribe Sur de Nicaragua algo que denominaron “Mesa Regional de la Coalición Nacional por la Democracia”, en la que los miembros de la derecha apuestan ciegamente que les funcionará en los comicios de noviembre del 2016.
Algo que llama la atención en esta maniobra politiquera del PLI, son dos cosas, la primera es su admisión de que ya tienen poco que hacer en este sector del país (Pacífico y Central), y la segunda, llamar “mesa” a su remedo de oposición en el Caribe, en alusión a su “tocaya” venezolana.