En el lado demócrata, Hillary Clinton y Bernie Sanders llegan a la cita electoral casi empatados; igual que Donald Trump y Ted Cruz en el republicano.
El estado de Iowa abre hoy la etapa de elecciones primarias en Estados Unidos con sus caucus, una primera cita con las urnas a la que Hillary Clinton y Bernie Sanders llegan casi empatados en el lado demócrata, igual que Donald Trump y Ted Cruz en el republicano.
En institutos y restaurantes de todo el estado, los 15 aspirantes demócratas y republicanos se ufanaban por convencer a los indecisos de apoyarlos en los caucus, las asambleas populares con las que Iowa inaugura el proceso de selección de los dos candidatos que en noviembre concurrirán a las elecciones presidenciales.
En el último sondeo divulgado el sábado en la noche, Clinton, tras un inicio triunfal de su campaña en abril pasado, solo cuenta con el 45% del apoyo en Iowa, un estado agrícola con poco más de 3 millones de habitantes. Este sondeo tradicional, encargado por el diario local Des Moines Register, solo falló en una ocasión en predecir el resultado de la votación, en 2012 en el bando republicano.
El senador Sanders de 74 años seduce a la juventud demócrata con sus denuncias contra “la clase de los multimillonarios” y su llamado a una revolución política, y le pisa los talones a la ex secretaria de Estado, con el 42 por ciento de apoyo. “Esto no puede ser más cerrado”, dijo al diario David Axelrod, ex mano derecha del presidente Barack Obama.
Si los estudiantes que llenan los mítines de Sanders se movilizan hoy, su voto podría derribar la ventaja que tiene Clinton entre los electores de más de 45 años. “Si la participación es fuerte, ganaremos”, proclamó Sanders ante alumnos de la Universidad de Iowa el sábado en la noche, en un emotivo acto precedido de la música del grupo de rock Vampire Weekend.
En un ambiente menos electrizante, Hillary Clinton multiplicó sus actos de campaña, con casi seis eventos entre el sábado y el domingo, acompañada por su marido Bill y su hija Chelsea. Desde Council Bluffs, Hillary no parecía preocupada por las predicciones. “Quédense conmigo. Quédense con la experiencia”, pidió la candidata ante cientos de simpatizantes que vitoreaban casi cada una de sus frases.
Una derrota en Iowa supondría un duro revés para la ex secretaria de Estado, que ya perdió en el estado en 2008 contra Obama y que probablemente resulte derrotada la próxima semana en las primarias de Nuevo Hampshire, el segundo estado en votar, donde Sanders tiene una amplia ventaja.
“Hillary es resistente”, afirmó la ex legisladora demócrata Gabrielle Giffords, gravemente herida en la cabeza por un agresor armado en una ceremonia en 2011, y activista por el control de armas, durante un mitin en un campus universitario en Ames, en el centro de Iowa. “En la Casa Blanca ella tendrá en la cabeza el lobby de las armas”, advirtió.
En una escuela también en Council Bluffs, en la frontera entre Iowa y Nebraska, Trump aseguró “vamos a ganar” ante cientos de personas. El polémico magnate llega a la cita de Iowa con el 28 por ciento del respaldo entre los votantes republicanos, seguido por el senador Ted Cruz, con un 23 por ciento de apoyos, según la última encuesta, publicada este sábado por el diario Des Moines Register. Trump se atrevió incluso a pronosticar que, además de en Iowa, ganará en “estados sobre los que normalmente no piensan” los republicanos, incluido el suyo, Nueva York, un fuerte feudo demócrata.
Antes del acto, cientos de personas esperaron durante horas a que abrieran las puertas, muchos de ellos seguros de que el magnate no es meramente una moda pasajera y seducidos por su mensaje, incluida su promesa de deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que hay en el país.
Pero el aspirante republicano más activo en Iowa ha sido Cruz, el ultraconservador senador por Texas que es el favorito entre los evangélicos, un grupo de votantes clave para los aspirantes republicanos en este estado del Medio Oeste estadounidense.
“Este es el momento de que los hombres y mujeres (conservadores) de Iowa tomen la decisión de decir: no nos van a engañar más”, aseguró ayer Cruz, que ha recorrido los 99 condados de Iowa en los últimos meses tratando de presentarse como una alternativa a la derecha de Trump.
“Tanto Cruz como Trump quieren apelar a la gente que siente que ha quedado al margen, que ha sido ignorada por los poderes que mandan en Washington”, explicó Dennis Goldford, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Drake en Des Moines.
Casi el 40 por ciento de los votantes registrados republicanos que sienten que el sistema político está amañado a favor de los más ricos de EE.UU. asegura que apoya a Trump, quien paradójicamente es multimillonario, según la citada encuesta que se publicó el sábado. Además de la pugna entre ambos, el senador Marco Rubio, el neurocirujano Ben Carson y el ex gobernador de Florida Jeb Bush están enzarzados en una lucha por el tercer puesto, que puede darles impulso en el resto del país.