Con este acuerdo, que quedará operativo a partir del mes de septiembre, los vuelos hacia la isla estarán sujetos a las mismas regulaciones que cualquier otro vuelo internacional. El memorando fue suscripto en La Habana.
En lo que significa otro paso hacia el deshielo, Cuba y Estados Unidos pactaron restablecer los vuelos regulares directos entre ambos países por primera vez en más de 50 años. Con este acuerdo, que quedará operativo a partir del mes de septiembre, los vuelos hacia la isla quedarán sujetos a las mismas regulaciones que cualquier otro vuelo internacional.
El memorando, suscripto en el Hotel Nacional de La Habana por el ministro de Transporte, Adel Yzquierdo Rodríguez, y el presidente del Instituto de Aeronáutica, Alfredo Cordero Puig, por Cuba, y el secretario de Transporte, Anthony Foxx, y el secretario adjunto para Asuntos Económicos y de Negocios del Departamento de Estado, no incluirá todavía vuelos de aviones cubanos a Estados Unidos, porque es una de las disposiciones que forman parte del bloqueo.
Yzquierdo afirmó que el memorando marca el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales. Además, explicó que a partir del tratado, ambos países podrán concretar acuerdos comerciales de colaboración, como códigos compartidos y contratos de alquiler de aeronaves. Por su parte, Foxx destacó la importancia del acuerdo, que permitirá hasta 20 vuelos diarios a la capital cubana y otras diez rutas diarias a cada uno de los aeropuertos internacionales de la isla. “Hoy es un día histórico en la relación entre Cuba y Estados Unidos. Estamos firmando este memorando de entendimiento para que por primera vez en más de cinco décadas Estados Unidos y Cuba tengan un servicio de transporte aéreo regular”, dijo. “Significa más que un acuerdo nuevo, es un hito en la relación de ambos países.”
Con el acuerdo firmado, se abre el proceso de licitación para que las aerolíneas estadounidenses presenten sus solicitudes al Departamento de Transporte sobre las rutas que prefieren operar hacia Cuba. El acuerdo no excluye a los vuelos de tipo charter que ya operan hacia la isla, pero por el momento sí deja al margen a la compañía estatal Cubana de Aviación, debido a conflictos en Estados Unidos sobre la confiscación de bienes en la isla tras el triunfo revolucionario de 1959, por lo que los aviones cubanos podrían ser embargados si entran en territorio estadounidense.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció en simultáneo desde Washington que eliminará las barreras legales que pesan sobre los vuelos a Cuba, que antes solo podían partir o llegar de 22 aeropuertos pero que ahora estarán sujetos a las mismas reglas que cualquier otro vuelo internacional. El subsecretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, expresó que lograr el restablecimiento de los vuelos regulares era uno de los objetivos por los que especialmente les había pedido trabajar el presidente Obama. “Al eliminar una regulación obsoleta, estamos eliminando una barrera para los viajes autorizados y beneficiando a la gente de nuestras dos naciones.”
El acuerdo tiene un fuerte valor simbólico por lo que significa la normalización entre ambas partes en un momento en el que se baraja la posibilidad de un viaje a la isla del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, antes de terminar su mandato. Pero la medida tiene también una importante dimensión económica, especialmente para el sector turístico de la isla más grande del Caribe, el área que mayor cantidad de ingresos le genera.
Los vuelos comerciales entre Cuba y Estados Unidos se cancelaron hace más de 50 años, aunque desde mediados de la década de 1970 se habían reanudado los vuelos pero tan solo charter. Los actuales vuelos fletados continuarán existiendo, pero las nuevas rutas ampliarán la actual oferta además de ofrecer mayores facilidades como la reserva de los billetes a través de internet y el servicio de atención telefónica las 24 horas para los viajeros estadounidenses. Actualmente, algunas compañías como American Airlnes o JetBlue alquilan aviones hacia la isla desde ciudades como Tampa, Nueva York o Los Angeles, pero ya hay otras compañías que manifestaron su interés por la apertura de vuelos.
Tras el histórico anuncio el 17 de diciembre de 2014 del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, Obama flexibilizó los viajes a la isla, pero todavía están restringidos los que sean por turismo. Entre las 12 categorías aceptadas para los visitantes estadounidenses se encuentran los intercambios culturales, académicos o religiosos, entre otros.
El permiso para que las líneas aéreas estadounidenses puedan volver a operar hacia la isla demuestra las intenciones de preparar el terreno para propiciar el arribo de turistas de ese país. Por el momento, la llegada de turistas “yanquis” representa un sector muy pequeño del total de turistas que viajan hacia la isla. Esta situación podría no durar mucho. Cada vez es más frecuente ver a ciudadanos estadounidenses paseando por las calles de La Habana a pesar de la prohibición que tienen de hacer turismo por parte de su gobierno. De hecho, según cifras no oficiales, en 2015 estuvieron en Cuba unos 150.000 estadounidenses. Pero en 2016 puede haber un alza sin precedentes. Al cierre de enero último, el número de extranjeros que visitaron Cuba llegó a los 417.764, con los canadienses a la cabeza de la lista (173.727), Italia en segundo puesto (23.009), Alemania en tercero (21.473) y Estados Unidos (20.997), relegando a Francia a un quinto escalón (19.140). Para absorber la creciente demanda, el grupo turístico estatal Gaviota tiene previsto la construcción de 14.000 nuevas habitaciones hoteleras, en un plan previsto entre 2015 y 2017, especialmente en La Habana y zonas de playa como los cayos de la zona central de la isla.