Aviones norteamericanos lanzaron la madrugada de este viernes varios ataques contra supuestos yihadistas vinculados al Estado Islámico, ISIS, en el noroeste de Libia que dejó como resultado al menos una treintena de muertos.
Según confirmó a varias agencias el coronel norteamericano Mark Cheadle, portavoz del Pentágono en el Mando africano, los militares estaban «evaluando los resultados de la operación» y que brindarían detalles en las próximas horas.
The New York Times precisó que los aviones estadounidenses golpearon en Sabrata, localidad a 125 kilómetros al oeste de la capital, Trípoli, en dirección a la frontera tunecina. Entre los objetivos de la ofensiva estaba el tunecino Noureddine Chouchane, vinculado presuntamente a los atentados del museo del Bardo, en marzo de 2015, en Túnez capital, y Susa, en la franja costera del país magrebí, el pasado mes de junio.
Según la información de The New York Times, el ataque acabó con la vida de 30 miembros del ISIS, la mayoría de ellos tunecinos. Las víctimas se habrían reunido en el edificio atacado para seguir el sermón de un líder religioso cuando los aviones bombardearon.
Otros medios cifran en 40 las personas muertas en los bombardeos, entre ellas mujeres y niños. La mayor parte de los muertos son extranjeros. La agencia Reuters habló con el alcalde de la localidad, Hussein al-Thwadi. Según el edil, la cifra de muertos rondaría la cuarentena, a la que habría que sumar seis heridos. Según al-Thwadi, la ofensiva golpeó de madrugada, a las 3.30, un edificio del barrio de Qasr Talil, donde vivían trabajadores extranjeros.
El ISIS ha implantado en Libia su rama más numerosa y su provincia más ambiciosa. El Pentágono calcula que el grupo yihadista liderado por el iraquí Abubaker al Bagdadi cuenta ya con entre 5.000 y 6.000 efectivos. Pese a que el ataque de esta madrugada se ha producido en la costa noroeste del Libia, el bastión del ISIS se sitúa en el este, con capital en la ciudad de Sirte. Los yihadistas controlan en esa zona alrededor de 200 kilómetros seguidos de costa.
Después de los conflictos en Irak y Siria, Estados Unidos y otros países han planificado l apertura de un nuevo frente, esta vez en Libia, contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), pero, aunque una intervención militar en el país africano resulta compleja, Washington tomó el primer paso por lo que espera la agudización de la guerra a menos de cinco años del asesinato de Muamar Gadafy.