Existe un tema recurrente e incluso apremiante en algunos grupos políticos y ONG opositoras de Nicaragua: los derechos de homosexuales, lesbianas y transgéneros. Y como las personas que lideran dichas organizaciones son también antisandinistas, han politizado las protestas, exigiendo de paso una apertura sexual sin precedentes en nuestro aún bucólico terruño.
Lo peor, sin embargo, es que los opositores –en particular las lesbianas, que son las más beligerantes-, hablan de represiones y limitaciones que solo habitan en sus confundidas mentes, ya que difícilmente encontrarán en otros países los niveles de tolerancia que existen en Nicaragua.
Actúan como partidos políticos
Así las cosas, algunas ONG opositoras se han convertido en verdaderos partidos políticos cuyo leitmotiv parece ser la búsqueda del poder para sus agremiadas, al precio que sea, incluyendo la desestabilización del actual gobierno.
Seminarios, foros, marchas, proclamas, libros, documentales y otro sin fin de cosas les son financiadas por grupos afines desde el exterior, e incluso por organismos de la comunidad internacional creados originalmente para apoyar el desarrollo y crecimiento de las naciones.
Este es el fragmento de un documento que ha sido motivo de estudio en los grupos políticos interesados, no simplemente en “empoderarse”, sino asaltar el poder político en complicidad con grupos afines ideológicamente.