Bravuconadas, ego insuflado por el origen social y las amistades y sobre todo una enorme cabeza hueca, es lo que exhibe desde su atribulado exilio Tito Rafael Chamorro Chamorro, el ex cónsul general de Nicaragua en Costa Rica, en su plática por Facebook con el estafador Gerardo Sánchez, el que se hace llamar jefe de la “Coordinadora Guerrillera de Nicaragua”.
Sánchez lo sondea y le hace sus “tiritos” en busca de sorprenderlo y sacarle dinero para la “causa” guerrillera, pero el ex diplomático de fugaz carrera y abrupto desenlace lo capea con su cháchara incontenible y lo encamina hacia un terreno peligroso para el mismo platicante.
De manera irresponsable, menciona como posibles colaboradores de Sánchez a la familia Echandi, de Costa Rica, muy ligada a la política en el país vecino, y va más allá y señala a su tío Leandro Chamorro, un reconocido oftalmólogo nicaragüense, como presunto recluta.
El ex cónsul se insinúa además como candidato idóneo para magnicidios por su proverbial puntería, y devela al presunto justiciero el sitio donde supuestamente se reúnen -en plan de distracción-, miembros del alto mando de la Policía Nacional.
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