“Caían como pinos de boliche”

Al describir el atentado terrorista en el Paseo de los Ingleses durante el festejo por el feriado patrio en Niza, los testigos de la tragedia pintaron un panorama dantesco. Dicen que el chofer se bajó del camión y empezó a disparar.

 

Un terrorista armado hasta los dientes y un camión descontrolado que embiste una y otra vez en contra de una multitud que entra en pánico al escuchar disparos. Al describir el atentado los testigos de la tragedia de Niza pintaron un panorama dantesco.

“Oímos ruidos. Como había fuegos artificiales, no nos preocupamos. Fue después que comprendimos lo que pasaba”, cuenta Auriane. Esta habitante de los altos de Boulevard Gambetta se quedó encerrada en su casa, siguiendo las indicaciones de la prefectura.

Damien Allemand, periodista del Nice Matin, había salido a buscar su moto, estacionada cerca de la playa. Le cuenta a un medio local: “El paseo estaba lleno de gente (…) Oigo a lo lejos un ruido, gritos. Lo primero que pensé fue: ‘Un tarado quiso tirar sus propios fuegos artificiales y no pudo controlarlos’. Pero no. Una fracción de segundo más tarde, un enorme camión blanco atropellaba, a una velocidad enloquecida, a la gente, dando volantazos para atinarle al máximo de personas (…) Vi cuerpos volando como palos de bowling a medida que el camión pasaba. Jamás olvidaré los ruidos, los aullidos”.

Mélina Macri, de 40 años, estaba en la playa, hacia el sur del Paseo de los ingleses. Se refugió en la entrada de un hotel y le contó a Le Monde: “De repente vimos a mucha gente correr por la playa en dirección al hotel Vieux Nice gritando: ‘¡Están disparando! ¡Corran!’. Entonces empezamos a correr sin saber por qué. Un ataque colectivo de pánico increíble (…) Tratamos de entrar en el Hotel Mercurio, pero habían cerrado las puertas, con gente refugiada adentro, entonces seguimos corriendo hasta la entrada del Vieux Nice, donde un hombre nos abrió las rejas de un depósito. Eramos más o menos 150. Nos quedamos una hora y media”.

Emilie Blain, de 27 años, estaba a la altura de la oficina de turismo. “Tengo un esguince en la rodilla –le cuenta a un diario local– pero en esas condiciones predomina el instinto de supervivencia y corrés a pesar del dolor”. Buscó refugio en un retaurante: “Había una mujer embarazada de casi 9 meses. Tuvo contracciones y se descompuso. Llamamos a los bomberos. Tardaron en contestarnos pero al final aparecieron”.

Un testigo dijo que cuando el camión embistió a la multitud “se llevó por delante todo lo que esta en su camino”. Otro testigo aseguró que un atacante salió del camión y empezó a disparar a la multitud. La policía llegó al lugar y se produjo un tiroteo. “El individuo que manejaba el camión ha sido neutralizado” tuiteó Pierre Henry Brandet, vocero del Ministerio de Interior.

El camión, que mató a decenas de personas el jueves por la noche en Niza (sureste de Francia), transportaba “armas pesadas’’, declaró el presidente regional, Christian Estrosi. “Había armas en este vehículo y armas pesadas. No puedo decir mucho más, ya que es responsabilidad del prefecto y del fiscal’’, declaró a la prensa Estrosi, quien indicó además en Twitter que el último balance “ascendió a 77 muertos’’. El camión “estaba lleno de armas y granadas”, agregó el vicealcalde de Niza por televisión.

Wassim Bouhlel, oriundo de Niza, dijo que después de embestir a la multitud, el chofer del camión salió del vehículo con un arma y empezó a disparar. “El Paseo de los Ingleses se conviritió en una carnicería, cadáveres por todas partes”, dijo Bouhlel. Otro testigo dijo que “vio sillas de rueda y cochecitos de bebé entre la fila de cuerpos que fue dejando el camión en su derrotero mortal. Había gupos de personas con familiares que esperaban la llegada de las autoridades sin saber qué hacer.”

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