De ratas aliadas con ratones

Los dueños del diario LA PRENSA reaccionaron “asombrados», según su título, porque el líder sandinista, Daniel Ortega, parafraseó un viejo adagio alusivo a la premura con que las ratas abandonan los barcos que se hunden.

 

Se refería Daniel a los ex miembros del FSLN con altos cargos y privilegios en los años 80, que abruptamente cambiaron de acera política tras la derrota electoral de 1990. No inventó nada el actual Presidente de Nicaragua. Es lo que realmente ocurrió.

Cuando asumió el poder la señora Violeta Barrios, no fueron pocos los que casi de inmediato se le pusieron a la orden. Pronto olvidaron los miles y miles de muertos en la guerra de agresión financiada por los Estados Unidos y apoyada a lo interno por la derecha criolla.

Le “echaron la vaca” a Daniel

Después de las elecciones de 1990, se unieron a la oligarquía tradicional los rescoldos del somocismo y los “demócratas” de nuevo cuño que tras militar con fiero discurso en el sandinismo, “descubrieron” que su vocación estaba al lado de los políticos que han mangoneado el país desde la denominada independencia de España.

Son los mismos que actualmente se agazapan en ONG, La Prensa, Confidencial, etc. En los 80 exhibían con orgullo y hasta soberbia su broche de militantes del FSLN, henchían el pecho con las medallas que los hacían pertenecer a la estirpe dirigencial y gozaban de prerrogativas fuera del alcance de las grandes mayorías.

Se entendía que su rol de dirigentes de la revolución los hacía merecedores de algunos privilegios, sin embargo, se acostumbraron pronto a la buena vida, misma que no quisieron perder cuando el poder pasó a otras manos.

Solo contra el mundo…

Fueron días tristes para las bases sandinistas. El único que se enfrentó casi sin recursos al neoliberalismo y sus nuevos aliados provenientes de las filas del sandinismo, fue Daniel Ortega Saavedra.

Los Henry Ruiz, Dora María Téllez, Jaime Wheelock, Luis Carrión, Víctor Tirado y demás, asumieron que su rol como revolucionarios había caducado, y por tanto se integraron a las filas neoliberales sin reticencias de ningún tipo.

Unos se dedicaron a beber whisky rodeados de poetas con prosapia de la Calle Atravesada de Granada; otros a gozar de sus nuevos amores libertinos; hubo quien comprendió que había sido un error escribir sobre imperialismos y dictaduras, y que su aptitud eran los libros de cocina, y los menos imaginativos se dedicaron simplemente a gozar del dinero y propiedades que atesoraron a último momento.

¿Quién apoyó al FNT, a la CST y demás organismos obreros y de masas que plantaron cara al somocismo que regresó durante los gobiernos neoliberales con claros afanes de revancha? ¿Quién defendió las casas, terrenos y otras propiedades arrancadas de manos del tirano Somoza y sus allegados y entregadas a gente que nunca tuvo nada, incluyendo a los tránsfugas que abandonaron la lucha por los pobres?

MRS nació para dividir al FSLN

Cuando Daniel luchaba por recuperar el poder para el sandinismo, ninguno de los que ahora se exhiben en los medios de comunicación de la familia Chamorro se le unió a fin de hacer menos tortuoso el camino hacia la victoria.

Por el contrario, de inmediato surgieron los/las presuntos expertos en el comportamiento del dirigente rojinegro, a fin de desprestigiarlo infructuosamente ante el pueblo que había quedado temporalmente huérfano de dirigencia.

Cabe recordar que el MRS surgió precisamente para dividir el voto del FSLN en las diferentes elecciones presidenciales de años anteriores. ¿Será casualidad que actualmente sus dirigentes viajen a Estados Unidos a buscar la destrucción del sandinismo con apoyo de elementos ultraderechistas como la congresista republicana, Ileana Ros Lehtinen? ¿O que coman en el mismo plato con Eduardo Montealegre y su grupo?

Si no fuera por el apoyo de algunos políticos gringos, de organismos injerencistas que lo respaldan económicamente, y La Prensa y demás medios de la derecha local, el MRS hace rato habría desaparecido por falta de seguidores.

Rentable modus vivendi

Los Ruiz, Téllez, Torres y demás señorones de la “izquierda” que apoyan algunos sectores norteamericanos, La Prensa y Confidencial, pertenecen actualmente a esa especie de “pasa la vida” que se dan todos los gustos sin hacer nada, más que brindar declaraciones esporádicas en contra del partido al que pertenecieron y abandonaron en cuanto el barco empezó a hacer agua.

Critican “El Repliegue”, el 19 de Julio y lo que sea. ¿Existiría todavía El Repliegue si no fuera por Daniel Ortega? ¿Celebrarían los aniversarios de la Revolución Popular Sandinista si no lo hiciera Daniel? Obviamente, la respuesta es un rotundo NO.

Hablar mal de Daniel Ortega y su esposa, la primera dama, es hoy por hoy el más rentable modus vivendi que han encontrado somocistas y sandinistas renegados. Miles y hasta millones de dólares aterrizan cada año en sus cuentas personales, permitiéndoles darse vida de pachás en sus mansiones, sus quintas, haciendas y autos de lujo.

Que no extrañe, pues, la bilis derramada este 19 de julio por los detractores del FSLN y su líder principal –les guste o no-, Daniel Ortega Saavedra. Si no fuera por él, los MRS y resto de aventureros  ni siquiera existirían como políticos. Si no que lo digan Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños.

 

 

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