Onda Local: uno de los negocios de Carlos Fernando

¡Cuánta manipulación en unos cuantos párrafos! ¿O será la tosquedad que caracteriza a algunos de los aspirantes a escritores y/o poetas de Nicaragua?

El PEN Nicaragua “condena firmemente” el cierre del programa ONDA LOCAL… ¿quién ha cerrado dicho programa? Lo que hizo La Primerísima fue cancelar el contrato de transmisión, a lo que tiene todo el derecho.

En el mundillo periodístico todos los meses y años abren y cierran muchos programas, revistas y demás tipo de publicaciones. Y nadie dice nada. Generalmente “explotan” la solidaridad y los reclamos cuando el medio que cierra pertenece a alguien ligado a los partidos políticos, a las familias que han mantenido el monopolio de la comunicación y últimamente a las ONG opositoras.

Una de las empresas de Chamorro Barrios

Es este último el caso de Onda Local, fundado, según dicen sus dueños, hace 17 años por Carlos Fernando Chamorro Barrios, cuya voracidad por controlar todo tipo de publicaciones es difícil de superar.

Chamorro Barrios no tuvo capacidad física para estar en todas partes –CINCO, Confidencial, Esta Semana, Esta Noche, Promedia, Invermedia, etc., etc.- por lo que encargó Onda Local a periodistas ligados a su entorno político, es decir, el MRS.

Durante 17 años los conductores de Onda Local dijeron lo que quisieron con entera libertad, por lo que no entendemos la razón ahora de la alharaca. Hay otras radios que pueden acogerlos, como la Corporación, por decir algo.

Aquí el mundo funciona al revés

Uno debe moverse entre lo deseable y lo posible. Cuando hay despedidos de periodistas en los grandes medios, sobre todo en La Prensa, los celosos defensores de la libertad de expresión y de los derechos humanos hacen mutis o miran hacia otro lado. Los pobres colegas (estos sí son pobres generalmente) se ven enfrentados a la sobrevivencia.

Distinto ocurre cuando el “afectado” es un empresario. El escándalo es tal, que el CENIDH, la CPDH y otros encargados de alimentar al peligroso circo mediático de la derecha, parecen socios de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que aglutina a los dueños de los grandes periódicos.

Lo primero que enarbolan es el derecho a la libertad de informar, que en este caso parece pertenecer a unos cuantos adinerados ligados a la oligarquía secular. Aquí han ocurrido despidos masivos y extraordinariamente los “fiscales” de la libertad y el derecho se han puesto de parte de los pobrecitos propietarios.

Colectas para los millonarios

Ha ocurrido en La Prensa, sin embargo, el caso más emblemático fue el de El Nuevo Diario en 2011. Doña Vilma Núñez hasta anduvo promoviendo colectas para ayudar a los “desesperados” dueños obligados a despedir a sus empleados por culpa del gobierno sandinista.

Al final, la mayoría de periodistas, fotógrafos y personal administrativo quedaron en el vil desempleo, mientras que los sufridos empresarios que vendieron el diario al mejor postor, vieron engrosadas sus cuentas bancarias con muchos miles y miles de dólares.

¿Tendrán la misma suerte de los periodistas pobres los de Onda Local? Les podemos asegurar que no. Su presupuesto es parte del financiamiento exterior obtenido a través de las fundaciones y empresas mediáticas de Carlos Fernando Chamorro Barrios, Sofía Montenegro y otros pocos privilegiados.

Oportunidad de jugosos contratos “solidarios”

Y no nos equivocamos al decir que el cierre del espacio será una oportunidad para la elaboración de jugosos contratos de “solidaridad” que saldrán del IRI, NED, NDI, USAID y demás financistas foráneos de las ONG opositoras en Nicaragua, cuyo sello de identidad es el más profundo antisandinismo.

Decir que Onda Local fue cerrado por el gobierno, a como afirma el PEN, es faltar gravemente a la verdad. Hasta la periodista Patricia Orozco adelantó que seguirán operando desde Internet. Ella reaccionó molesta y es normal, a nadie le gusta que lo incomoden, pero la realidad es clara: La Primerísima no le pertenece.

Como suele ocurrir en el caso de los soberbios, los del PEN tratan de intimidar y señalan que los “ciento cuarenta y cinco centros PEN a nivel mundial y sus cuarenta mil miembros, estaremos pendientes de que se le retornen sus derechos al prestigioso programa ONDA LOCAL”. Estamos seguros de que de los cuarenta mil mencionados, ni cinco lo escuchan.

 

 

 

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