En complicidad con las políticas intervencionistas que son dirigidas desde Washington para promover un “golpe suave” en contra de Nicaragua, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, en abiertas declaraciones confrontativas e injerencistas a medios de comunicación de Madrid, dijo que nuestro país adolece de un «régimen democrático asentado».
Mientras en el Congreso EEUU, senadores ultraderechistas, en conjunto con políticos del MRS y ONG traidores a Nicaragua cabildean por la aprobación de la arbitraria Ley conocida como Nica Act, el Presidente tico pretende aparentar ante la prensa española una supuesta tensión provocada por nuestro país por litigios territoriales limítrofes.
Tras reunirse con Mariano Rajoy, Jefe de Estado de España, Solís expresó en una rueda de prensa en donde se victimiza diciendo que la relación con Nicaragua “es difícil y no lo niego”, presumiendo de que en Costa Rica sí existe la pluralidad política, pero omitiendo que en nuestro país se han entregado personería jurídicas a partidos políticos para que participen en las próximas elecciones municipales.
El Presidente tico puso en evidencia su intolerancia política al criticar el sistema de gobierno en Nicaragua, en relación a la “verdadera democracia que se vive en Costa Rica”. En otra atrevida actitud, pretensiosa e invasiva, Solís criticó las condiciones de las elecciones del pasado noviembre, donde el presidente Daniel Ortega obtuvo un inobjetable triunfo mediante el sufragio universal, popular y directo.
Con total desfachatez y sin tratar de encubrir su acatamiento a la campaña difamatoria contra el presidente Daniel Ortega y su Gobierno legalmente constituido, el mandatario costarricense esgrimió el mismo argumento de los EEUU y sus aliados en el país: “la exclusión de la oposición más fuerte, mediante un fallo judicial, y sin observadores independientes”.
Al recordar los “sufridos y contenciosos” problemas limítrofes de Costa Rica con Nicaragua, Solís reiteró su “gran preocupación” por la compra de armamento ruso por parte de Managua, incluidos 50 tanques, pero no dice nada que su país cuenta con un ejército que aseguran no existe”, tan numeroso como los de la región, mejor armado, y que cuenta con abastecimiento, financiamiento y entrenamiento de los EEUU.
Siguiendo el manual USA de los 80, el Presidente tico insiste en que “se ha reiniciado un proceso de armamentismo en Nicaragua que no veo como se justifica de ninguna manera, ejercicios combinados con la flota rusa, por ejemplo, en aguas territoriales nicaragüenses», aunque omite que su país ha conformado y armado un ejército con el financiamiento de los EEUU, con quienes ya han realizado prácticas conjuntas, de acuerdo a la página de internet World Military Air Croft Inventory.
Sobre Venezuela
Las declaraciones injerencistas de Solís no solo aludieron a Nicaragua, sino que siguiendo con el plan del “golpe suave”, se refirió a Venezuela, al decir que sería «una tragedia» que las «fuerzas más radicales», refiriéndose al Gobierno, se impongan y la arrastren hacia una guerra civil, al insistir en una salida «política» a la crisis, misma que siempre ha sido rechazada por la oposición.