Wilfredo Navarro y su discurso confrontativo al sandinismo en 1996, fue otro motivo de inconformidad del Ing. Enrique Bolaños en la Alianza Liberal, donde quería cambiarlo todo, quizás porque él llegaba desde una corriente ultraconservadora.
Aconsejó a Alemán no imitar lo que llamó estilo “trillado” de Navarro e insistió en querer coreografiarle hasta el último de sus movimientos. Ignoramos qué porte le miraba don Enrique a su compañero de fórmula, pero siempre remarcaba en que presentara “estampa de mandatario”.
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