A esta gallina, ni que le quemen el pico

Fue confiscada en 1979 por complicidad con el régimen somocista y 29 años después, tras nacionalizarse norteamericana, recibió una propiedad en compensación por aquello de que hay que buscar la reconciliación entre los nicaragüenses.

 Pero Inesyvonne Conrado es como esas gallinas que comen huevos. Mientras se quejaba ante el gobierno norteamericano como la pobre ciudadana expropiada por los comunistas, su nostalgia somocista no le permitía vivir en paz, por lo que decidió contactar a ex guardias y ex contras a fin de provocar acciones vandálicas y criminales en el norte del país.

Y como Dios los cría y el diablo los junta, Conrado, cuyo alias es “Selegna” o Ángeles al revés, se juntó en el camino con el estafador Gerardo Sánchez y su tropa virtual. Ahí depositó esta mujer ávida de violencia y venganza, sus esperanzas de volver a ser la señorona que fue antes del triunfo de la revolución sandinista.

¡Ah!, pero como buena oportunista, no quería “quemarse”, por lo que se cuidó de no dar la cara como le pedía el estafador.

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