Gerardo Sánchez, alias “Voz Solidaria”, se vio de pronto rodeado de mujeres en sus andanzas por Facebook, a las que hacía creer que era un consumado guerrillero que combatía todos los días a la “dictadura” sandinista.
Y el “ardor” patriótico se le fue a otro lado, por lo que empezó a querer conquistarlas a todas, siendo eludido la mayor de las veces, lo que provocó agrios roces adornados con vulgaridades propias del bajo mundo, como el que tuvo con su ex mujer Myriam Morales García en 2010.
Cuando la señora le dice que no la siga buscando, la salida de Sánchez es llamarla “prostituta”. A otras les ha dicho lo mismo, agregándoles que son infiltradas del FSLN.
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