Jeff Bezos decía ayer en la junta general de accionistas de Amazon que no estaba dispuesto a dormirse en los laureles. La ironía es que el fundador del portal de comercio electrónico, que empezó vendiendo libros por Internet, estrena su primera librería física en Nueva York en el mismo espacio que ocupaba la quebrada Borders, una de las primeras víctimas de la disrupción digital. Los datos son críticos en su concepto.
La librería abre al público este jueves en el centro comercial dela rascacielos del conglomerado de medios Time Warner, en Columbus Circle, donde también hay tiendas de marcas como Coach, H&M o Michael Kors. La maniobra, por tanto, es la más importante de las realizadas hasta la fecha por Amazon, que está en proceso de experimentar también con supermercados.
La compañía opera ya seis librerías en Estados Unidos. La primera abrió en Seattle, donde tiene su sede. La de Nueva York ofrece más de 3.000 títulos, que clasifica a partir de las recomendaciones y críticas de los lectores en su portal. Los libros están colocados en las estanterías con la tapa mirando al cliente, como en la tienda electrónica, y muestran las estrellas que miden su popularidad.
Ninguno de los libros tiene menos cuatro estrellas en el portal de Amazon, salvo ciertos éxito de ventas y nuevas entradas. Como explica Jennifer Cast, responsable de Amazon Books, la gente tiende a comprar cosas que conoce. Explica, sin embargo, que la librería está concebida para que los amantes de la lectura “descubran”, por eso los títulos más populares se colocan junto a otros que pueden generar interés.
La librería en Columbus Circle, de 370 metros cuadrados, es una de las dos que abrirá en la Gran Manzana. La segunda lo hará este verano cerca de Macy´s, en Midtown, y será más grande. Amazon eligió esta primera localización utilizando como referencia las ventas en el portal de comercio electrónico, por el número de abonados a su servicio Prime y los usuarios del dispositivo electrónico de lectura Kindle.
No acepta efectivo
El centro comercial de la torre de Time Warner es, además, uno de los principales puntos de atracción turística en la ciudad de los rascacielos y el tráfico de consumidores es muy alto, gracias a que cuenta con restaurantes y un supermercado de la cadena Whole Foods. La librería podría acoger hasta 5.000 títulos más, explica Cast, pero prefieren desmarcarse del concepto tradicional.
La idea de Amazon es convertir esta la tienda un punto para captar más miembros al programa Prime, la puerta a otros productos que ofrece el portal. El libro se puede comprar utilizando la aplicación del móvil. A los abonados a este servicio les ofrece descuentos. El cliente tiene la opción de llevárselo o de que los envíen. En la caja no aceptan efectivo, por lo que los no miembros deben pagar con tarjeta.
La tienda cuenta con una sección en la que se venden dispositivos electrónicos Kindle, Fire y Echo, su asistente virtual. La librería se estrena en plena convulsión del negocio del comercio minorista, donde se sucede el cierre de tiendas físicas. Amazon, sin embargo, trata de sacar tajada jugando con la ventaja conocer lo que quieren sus clientes, gracias a la ingente base de datos que maneja.
Fuente: El País