Kevin Olivar tenía 15 años cuando se contactó con el guerrillero virtual Gerardo Sánchez. Tenía además –y aún lo tiene-, el pueblo pacífico que añoran los adolescentes de los países de Centroamérica desangrados por la violencia.
Pero el odio que sus mayores pusieron en su alma echó raíces pronto. El muchacho, ahora de 17 años, soñaba con poner una bomba en medio de la Plaza durante un 19 de Julio. Quería ver correr sangre, mucha sangre de niños, mujeres, ancianos, hombres… ¿qué le importa a él? Ellos piensan diferente y hay que matarlos.
Le pide al estafador que pongan “como te dije, una bomba, atentados, algo fuerte que haga temblar al país”. Increíblemente, “Voz Solidaria”, el que quiere hacer creer que lucha por el pueblo, le responde “nos estamos organizando, trabajando en esta tarea todos los días”.
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