Con algunos de confianza, Gerardo Sánchez, alias Voz Solidaria, a veces habla sinceramente. Enrique Castillo es un gringuito “caitudo” por el que el estafador parece tener admiración y le habló claro de que el supuesto ejército de la nueva Contra no existe más que en la imaginación de algunos trasnochados.
Y alguien había convencido a Castillo que tenían tres mil hombres sobre las armas, listos para caer sobre Nicaragua, lo que fue desmentido por el timador.
En este diálogo llama la atención la doble moral de Castillo, quien pese a aconsejar a Sánchez que mintieran al gobierno norteamericano sobre el destino del dinero que iban a pedir (para matar nicaragüenses), se hizo el digno con el periodista Tom Rogers, quien le habría sugerido buscara fondos del narcotráfico.
Un tema siniestro: le propusieron a Castillo asesinar a los hijos del magistrado Roberto Rivas en Costa Rica y él habría dicho que no mataba a niños. Sánchez entonces lo corrigió: «Rivas no tiene hijos pequeños». Es decir, son asesinables. ¿Tendrá hijos Gerardo Sánchez? ¿Le gustaría que alguien pensara en quitarles la vida para “darse a conocer” como enemigo suyo?
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