Aspirante a presidente, golpista y embustero

Sin argumentos, abrumado, confundido, inventando cosas y datos a última hora, mintiendo descaradamente. Y eso que es doctor en economía Juan Sebastián Chamorro García, el cumiche del ingeniero Xavier Chamorro Cardenal, exdirector de El Nuevo Diario, por fortuna ya fallecido, por lo que no tuvo que pasar la vergüenza de ver en lo que se ha convertido su hijo.

Nos referimos a la entrevista que le realizó hace algunos días el periodista Stephen Sackur, del programa HardTalk, de la BBC. Chamorro García lució indefenso, acorralado por el mentiroso guion golpista que intentó seguir al pie de la letra tal y como se lo enseñaron sus mentores gringos.

El “comandante Juancho”, como le llaman con sorna sus mismos amigos de la Alianza Cívica, quiso enredar a un bien informado Sackur, quien le enrostró cada una de sus mentiras. Pero es que este golpista despistado se la puso fácil al avezado hombre de prensa.

De manera casi inocente, Chamorro García aceptó el planteamiento del presentador de la BBC, en el sentido de que Nicaragua era visto como un país en franco desarrollo, con una alianza con el empresariado y el más seguro de Centroamérica.

Sackur le reprobó que los opositores hablan en nombre de todo el pueblo, pese a que miles de sandinistas están en las calles apoyando el gobierno del presidente Daniel Ortega.

La respuesta del educado en tres universidades gringas, fue que lo dicho por su entrevistador era cierto. Pero salió con el plato de baba: “Usted está en la correcto…pero todo cambió a partir del 18 de abril”.

Y lo vuelve a levantar Sackur. “No pueden ustedes entonces culpar a Ortega por el daño económico que hoy sufre el país. Fue por causa de tranques y barricadas que la misma oposición puso en las carreteras y ahuyentó el turismo y los inversionistas”.

A Juan Sebastián lo conocimos en 1990, cuando llegó a El Nuevo Diario recién egresado del Colegio Centroamérica. Era un muchacho amable que se hizo apreciar rápidamente del colectivo de Redacción, donde fue incorporado como periodista de hechos menores.

Duró poco su estancia en el rotativo, donde hizo migas principalmente con los hijos de personajes que habían tenido cargos directivos en la revolución.

De El Nuevo Diario voló hacia Chile, según dijo uno de sus hermanos, disfrutando una beca obtenida durante el gobierno de su tía política, Violeta Barrios de Chamorro, entonces presidenta de Nicaragua.

De ahí saltó a tres distintas universidades, según su perfil en Linkedin, hasta obtener un doctorado. Siempre becado y con la particularidad que desde que ingresó a END, le mantuvieron íntegro su salario, mismo que le iban depositando mes a mes en un banco pese a que laboró solo unos cuantos meses.

Cuando regresó con su doctorado bajo el brazo, fue recibido con un cargo de viceministro por el entonces presidente, Enrique Bolaños. No volvimos a saber nada de él hasta que apareció jefeando la ONG Funides, desde donde triangula dinero para otras ONG opositoras.

Chamorro García admitió ante el periodista de la BBC que sobrevive de lo que le pagan desde el exterior por su labor en Funides, y según él, todo el dineral que recibe de los gringos y europeos es para realizar investigaciones económicas.

Buen intento, Juan Sebastián. Como si nadie supiera que la labor encomendada por Estados Unidos y la Unión Europea a las ONG que financian para desestabilizar al país, es utilizar diferentes fachadas que van precisamente desde “estudios económicos”, hasta pasar por “feminismo”, “ambientalismo”, “empoderamiento juvenil” y un montón de etcéteras.

Si solo hace estudios económicos para sobrevivir, ¿cómo explica Chamorro García su intempestiva irrupción en la dirección del fallido golpe de Estado? ¿De dónde salió “líder”? Y más aún, ¿por qué lo nominaron desde España, Sergio Ramírez y Edmundo Jarquín, a la Presidencia de Nicaragua una vez que hubieran botado al comandante Daniel Ortega?

Fuera del país Félix Maradiaga, el otro presidenciable de los golpistas y también educado en Estados Unidos, Juan Sebastián, aparentemente sin rivales, se ha lanzado con más fuerza tras el poder a través de la reivindicación de la violencia que dejó más de dos centenas de muertos.

Stephen Sackur le hizo ver que desde hace algunas semanas las marchas contra el gobierno han perdido fuerza, como efectivamente ha ocurrido.

Chamorro García niega lo que es evidente y señala no estar de acuerdo. “Yo creo que esto es un proceso que va a tomar tiempo”, asegura y vuelve con la cantinela de que el gobierno ha usado la represión de una manera cruel, obviando la criminal violencia de los tranqueros que asesinaron a 198 personas, incluyendo a 22 policías.

Ante el reiterado calificativo de “dictador” que este golpista hacía al referirse al actual mandatario sandinista, el entrevistador le recordó que Daniel Ortega ganó las elecciones en 2016 por amplia mayoría y la respuesta simple de Chamorro, al peso de la lengua, sin aportar ninguna prueba, es que fueron fraudulentas.

Según este golpista, los delincuentes que los acompañaron en su aventura fallida solo utilizaban piedras y tiradoras para atacar a la policía, no obstante, el de la BBC recordó la masacre a los agentes del orden en Morrito, y por fin aceptó que existía la posibilidad de que los “pobrecitos” antisociales se vieran obligados a defenderse.

Aunque inmediatamente mostró otra vez su lado oscuro: “No existe evidencia clara de quiénes fueron los asesinos, pero tienes razón, estás hablando de cuatro meses de represión y se espera que las personas puedan defenderse, eso es algo normal.

“Pero la jugada ofensiva de los paramilitares, especialmente a mediados de julio, era claramente una operación militar en contra, en su mayoría, de personas desarmadas, y esa es la razón por la cual las barricadas fueron eliminadas en tan sólo días”.

Agregó que si se “aclara” la muerte de los cuatro policías de Morrito, “nosotros seremos los primeros en condenarla, porque creemos que la muerte, la pérdida de vidas humanas de nicaragüenses, independientemente de su posición, ya sean agentes policiales, ya sean manifestantes, no deberían de ocurrir en un país como Nicaragua”.

Solo un idiota le creería eso. Trata de convencer que las armas de guerra utilizadas para acribillar a los policías de Morrito les cayeron del cielo, o en el peor de los casos, que los agentes se acribillaron entre ellos mismos para culpar a los golpistas.

Ocultó al periodista que hubo un reportero del Canal 10 de Nicaragua (que apoya a los golpistas), que detalló la forma en que los oficiales fueron acribillados dentro de la delegación que resguardaban, por criminales que se escudaron en una marcha de los autoconvocados.

Al verse acorralado admite que la “gente”, es decir, los criminales tranquistas, tras cuatro meses de “represión” era normal que se defendieran con armas de guerra. Pero en su mentalidad adaptada al guion golpista ve “anormal” que el pueblo sandinista, los que él llama “paramilitares”, se hartara de los abusos y asesinatos y decidiera acompañar a la policía a desalojarlos de las barricadas.

Si Chamorro García está convencido de que sus “pacifistas” usaron armas de guerra “tras cuatro meses” de presunta represión, que le pregunte al jovencito Leonel Morales, el dirigente de UNEN secuestrado, molido a golpes y después baleado a inicios de la intentona golpista.

Si no hubiera sobrevivido al ataque de sus fallidos verdugos, Chamorro García habría dicho que lo mataron sus mismos compañeros de UNEN, o en el mejor de los casos, que no existe evidencia clara de quiénes fueron los asesinos”. ¡Vaya cinismo!

Cuando el periodista lo cuestionó del por qué solo lanzaban a la gente pobre a enfrentar a las autoridades policiales, campantemente el candidato presidencial frustrado respondió que él también sale a las calles, capeando el fondo de la pregunta, que se refería a la violencia en tranques y barricadas, donde nunca estuvo ni uno solo de los perfumados señorones de la oligarquía.

Intuyendo que el entrevistador no miraba normal el levantamiento “pacífico” de barricadas y tranques, se volvió a curar en salud y aseveró que ellos no le dijeron a la gente “que ponga barricadas en las calles, la Alianza Cívica para la Justicia y la Democracia fue una organización creada después de las rebelión”.

Como si nadie supiera que todos los agentes locales gringos participaron activamente en la organización del golpe, y que aparecieron días después del inicio, ubicándose primero detrás de sus estudiantes manipulados y después adelante, para no dejar dudas de quién mandaba.

Por último, Juan Sebastián también se enredó en sus mentiras cuando el periodista de la BBC le tocó el tema del llamado que han hecho a Estados Unidos para que intervenga en los asuntos internos de Nicaragua, lo que negó rotundamente, no obstante, su entrevistador le recordó que sí lo habían hecho, y que Chamorro García dijo personalmente “que sería un buen paso en la dirección  correcta”.

 

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