Agencias- Atlético derriba otra vez al Real Madrid Con goles de Raúl García (58′) por la vía del penal y el uruguayo José Giménez (76′), el Atlético derrotó por 2-0 al Real Madrid en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey.
El marcador que será difícil de remontar por el equipo Merengue en el Bernabéu la semana que viene.
Tal y como hizo Simeone, Ancelotti tiró rotaciones en el equipo, con Keylor Navas en la portería, Varane entró en el centro de la defensa por Pepe, Arbeloa jugó por Carvajal, y Khedira entró para dar empaque al mediocampo por Cristiano Ronaldo, que se quedó en el banquillo.
El cambio de Ronaldo, aunque quizás se podría prever ya que Ancelotti anunció cambios para el partido de Copa, no dejó a nadie a gusto, y mucho menos al propio jugador.
A Ronaldo le gusta jugar todos los partidos, y mucho más si son los importantes. Cuando encima el encuentro se empezó a torcer, con el gol de Raúl García de penalti, la cara de Ronaldo en el banquillo se convirtió en un poema.
Todo el partido el portugués estuvo arropado por su compañero Coentrao en el banquillo. Se le veía incómodo, como enajenado, y en algún momento demasiado desenfocado, riéndose con su amigo de algo que no tenía nada que ver con el juego. Una vez que entró en el partido se le notó esa falta de tensión, pues ya con el 1-0 en el marcador no pudo ayudar al equipo en ataque para intentar marcar un gol que les diera vida en la eliminatoria.