Aumenta la tensión entre Estados Unidos y Turquía

Las acciones de EE.UU. son la razón de la «falta de confianza» entre los dos aliados de la OTAN, dijo el lunes el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, que agregó que Ankara espera «pasos concretos» de Washington con el objetivo de reparar los lazos antes de que se alcance un punto de no retorno. Al tiempo que Turquía le exige claridad a EE.UU. y amenaza con «romper» las relaciones, la Casa Blanca continúa escondiéndose detrás de declaraciones vagas.

 

Los «vínculos de Turquía con EE.UU. están en un punto muy crítico», dijo el ministro. Si las dos partes no «arreglan sus relaciones», estas se romperán por completo, agregó. Ankara recibió con preocupación las informaciones sobre el apoyo que EE.UU. proporciona a las milicias kurdas en Siria en medio de la actual campaña militar turca contra estas fuerzas en Afrín.

EE.UU. ha intentado demostrar a Ankara que se toma en serio sus intereses en Siria. A finales de 2017, el presidente de EE.UU., Donald Trump, prometió poner fin al suministro de armas a los kurdos. Al mismo tiempo, Washington también dejó claro que las tropas estadounidenses no abandonarían Manbij, otra ciudad siria controlada por las milicias kurdas, a pesar de que Ankara dijo que podría extender su operación a esta área. Trump tampoco parece estar dispuesto a dejar de apoyar a los «elementos kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias», un grupo armado de la oposición armada siria.

El pasado domingo, el secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, admitió que «algunas de las Fuerzas Democráticas Sirias» habían sido «retiradas» de la batalla contra el Estado Islámico que se desarrolla a las afueras de Afrín porque algunos de los grupos integrantes habían sufrido una «distracción», aparentemente refiriéndose a la operación turca Rama de Olivo. Mattis también mencionó que alrededor del 50 por ciento de los combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias son kurdos que «ven como sus compañeros kurdos en Afrín están siendo atacados». No obstante, el jefe del Pentágono no indicó que Washington trate de evitar que sus aliados en el terreno ayuden a quienes Ankara considera como terroristas.

Al mismo tiempo, Mattis llamó legítimas las razones de Ankara para emprender una campaña militar en la región y agregó que EE.UU. está «ayudando a Turquía» y «va a trabajar estrechamente» con el país.

«La confianza necesita ser reconstruida»

Por su parte, las autoridades turcas ya no parecen estar satisfechas con estas declaraciones ambiguas. «Nuestras demandas a EE.UU. son claras y ya han sido transmitidas. Ya no queremos oír promesas, queremos que nos hablen de pasos concretos. La confianza necesita ser reconstruida para que podamos comenzar a hablar sobre algunos problemas», dijo Cavusoglu el lunes.

El primer ministro turco, Binali Yildirim, por su parte, instó a Washington a «tomar una decisión sólida». «La decisión de Estados Unidos de luchar contra una organización terrorista con la cooperación de otra organización terrorista se aleja mucho de la dignidad de un Estado», dijo Yildirim.

Turquía incluso llegó a acusar a EE.UU. de deliberadamente no atacar a los terroristas durante sus operaciones para justificar la prolongación de su cooperación con las fuerzas kurdas en Siria. «EE.UU. no toca a los miembros del EI en Siria [para tener] una excusa para seguir trabajando con las YPG [Las Unidades de Protección Popular]», dijo Cavusoglu.

La operación ‘Rama de Olivo’, actualmente en curso en el norte de Siria, fue lanzada por Turquía el pasado 20 de enero tras el anuncio del plan estadounidense de crear una fuerza de seguridad fronteriza kurda.

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