El Secretario General de la ONU reconoció el apoyo al proceso de paz en Colombia, brindado por Cuba y Noruega, como países garantes, y Chile y Venezuela, en su condición de acompañantes.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, felicitó este jueves al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y al líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército del Pueblo (FARC-EP), Rodrigo Londoño Echeverri, alias ‘Timoleón Jiménez’, por el acuerdo de paz, anunciado el miércoles en La Habana.
En el comunicado, Ban destaca el «arduo trabajo y perseverancia» de las delegaciones de paz, extendiendo sus felicitaciones a las «numerosas organizaciones y a los ciudadanos de Colombia que han contribuido a las conversaciones con sus propuestas y aliento».
Asimismo, expresó su reconocimiento a los países garantes del proceso, Cuba y Noruega, así como a los países acompañantes, Chile y Venezuela, por su «apoyo infatigable».
Ban hizo también un llamamiento a la comunidad internacional para que preste «todo su apoyo a Colombia en esta nueva y trascendental etapa del proceso de paz».
Naciones Unidas se esforzará por «continuar e intensificar el apoyo que durante años ha brindado a los esfuerzos por la paz a través de sus agencias, fondos y programas», señaló.
A ellos se suma ahora, recordó, la misión de la organización en el país que se encargará de verificar el alto al fuego y la dejación de armas.
«Estaremos al lado de Colombia en su empeño por construir un futuro en paz», subrayó Ban.
El Gobierno de Colombia y las FARC rubricaron el acuerdo final que cierra las negociaciones de paz, desarrolladas en La Habana durante los últimos cuatro años, y que deberá ser refrendado por el pueblo colombiano en un plebiscito.
El acuerdo anunciado este miércoles por ambas delegaciones será sometido a un referéndum el 2 de octubre, tal y como a anunció el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien lo presentará este jueves ante el Congreso
Santos: Plebiscito por la paz de Colombia será el 2 de octubre
El plebiscito para aprobar o no el acuerdo final entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) será el próximo 2 de octubre, anunció el presidente Juan Manuel Santos.
El mandatario indicó que el jueves enviará al Congreso el acuerdo final, que consta de 200 páginas, y será publicado de forma íntegra en diversas plataformas.
Respecto a las FARC-EP, precisó que tendrán participación política en el Congreso colombiano y podrán fungir como un partido político tras la dejación de armas, informó el presidente Juan Manuel Santos tras lograrse el acuerdo final con el grupo insurgente.
Aseguró que el acuerdo final protege los derechos de los colombianos, pues responde a todas las dimensiones de la guerra de más de medio siglo. La mejor manera de ponerle fin al conflicto, reafirmó, es reinsertar a las partes de la guerra en la vida política, social y económica de Colombia.
El mandatario indicó que las FARC-EP dejarán de existir y se convertirán en un movimiento político sin armas. Asimismo, reafirmó que el objetivo del Gobierno es garantizar que nunca más se repitan las atrocidades que sufrieron las víctimas.
«Hemos alcanzado un acuerdo final y definitivo para poner fin al conflicto (…) El proceso estaba regido por un principio: nada está acordado hasta que todo está acordado», expresó y calificó al acuerdo como inmodificable.
No habrá impunidad para los responsables de los delitos más graves, sentenció, pues se les hará seguimiento y deberán contribuir a reparar a las víctimas, si no lo hacen irán a la cárcel por 20 años.
Se hicieron siete copias del Acuerdo de Paz, de 200 hojas cada una, repartidas entre las partes (Gobierno y FARC-EP), los países garantes y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Gobierno colombiano y las FARC-EP llegan a un acuerdo después de cuatro años de diálogo, en función a ponerle fin a una guerra de más de medio siglo. El anuncio se da en un contexto de conflicto social en Colombia, donde el departamento del Chocó estuvo una semana en paro cívico para exigir mejoras sociales.