El nombre del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), y su filial en Estelí, aparecen con regularidad en las conversaciones que por Facebook sostuvieron el “guerrillero virtual” Gerardo Sánchez y una persona que se identifica como “Rafael Rodríguez”, que habita en la norteña ciudad antes citada.
Sánchez “reclutó” a Rodríguez a través de su laptop, desde donde le describe imaginarios combates con las inexistentes tropas de la Coordinadora Guerrillera Nicaragüense que dice dirigir.
Rodríguez, a lo largo de una conversación que abarca desde 2012 a 2014, menciona con propiedad al Cenidh, organismo al que propone incluso para que “cuide” con la presencia del delegado en Estelí, de nombre Alfonso Rosales, las reuniones que sostendrían presuntos miembros de bandas de delincuentes que se movilizan por el norte del país.
La idea de Rodríguez es que los salteadores puedan cometer sus delitos impunemente y cuando fueren perseguidos por las fuerzas del orden, “echarles” al CENIDH y a otros organismos de derechos humanos.
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