Bolaños y las asonadas

El Ing. Enrique Bolaños siempre fue un consumado antisandinista y al igual que el Dr. Arnoldo Alemán, creyó que tras las elecciones de 1990 había llegado la hora de la venganza, pero no contaban con la respuesta popular en forma de lo que ellos llamaron “asonadas”.

 

Bolaños se emocionó más cuando en 1996, con un FSLN dividido tras la escisión del MRS en 1995, ganó en las votaciones junto a Alemán. El único dirigente que le plantó cara a este dúo dispuesto a aplicar el desquite político por la caída del dictador Somoza, fue el comandante Daniel Ortega.

Y con el actual presidente Ortega a la cabeza, las organizaciones populares hicieron frente a las intenciones de Alemán y Bolaños de retornar todo al estado de cosas de antes de 1979. Bolaños, incluso, nunca ocultó su animadversión hacia el Ejército y la Policía, debido a que ambas organizaciones habían surgido del pueblo tras la derrota del tirano.

En una carta que Bolaños envió a Alemán en 1997, obtenida por Nicaleaks, el entonces vicepresidente utiliza la sorna al hacer notar su “amistad” con un Alemán que nunca lo tragó, y a la vez le reprocha con dureza las negociaciones que tuvo con el FSLN, y sobre todo las concesiones que tuvo que dar, las que consideró “desproporcionadas”.

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Bolanos_y_las_asonadas.pdf

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